Servido señor
Como en los mejores tiempos del PRI, ahora la aplanadora morenista apabulló a sus rivales de oposición parlamentaria y con las manos en la cintura aprobó la llamada Ley Taibo que confirma así el manto que protege a este español en el sexenio de la “cuarta transformación”.
Durante más de dos horas senadores panistas y priístas intentaron echar abajo no la ley en su conjunto, sino el nombramiento del nacionalizado mexicano al frente del Fondo de Cultura Económica que ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al final del largo debate sobre el tema exclusivo de Taibo II, los senadores de Morena que comanda el ex priísta, ex perredista, ex petistas y ex movimiento ciudadano Ricardo Monreal Ávila se impusieron con 66 votos a favor, 44 en contra y dos abstenciones.
Nada ni nadie pudo convencer a las huestes lopezobradoristas de quitar el candado de que sólo mexicanos por nacimiento pueden dirigir las 183 paraestatales del país, entre ellas el FCE.
La senadora Citlalli Hernández subió a tribuna para defender, a capa y espada, a Taibo II y dijo: “Esta reforma consiste en dotar de lenguaje de género toda la ley, ya que hasta entonces sólo se enuncia en masculino la dirección de cualquier paraestatal y contiene un elemento de discriminación al plantear que sólo pueden estar al frente de las mismas los ciudadanos nacidos en México, poniendo implícitamente la pretensión de que hay ciudadanía de primera y de segunda.
En respuesta, senadores del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano acusaron también desde la tribuna parlamentaria, que la reforma al artículo 21 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales es “un traje a la medida”.
El segundo reproche entre los senadores de oposición para votar en contra fueron las declaraciones polémicas del escritor, en las que dijo que “sea como sea se las metimos doblada”, en referencia a que independientemente de lo que decidiera el Senado sobre la reforma, él sería el dirigente del FCE, y lo cumplió, se las volvió a meter doblada.