El médico evalúa la probabilidad de una enfermedad coronaria con base en los antecedentes clínicos personales y familiares, los factores de riesgo, el examen médico y los resultados de pruebas y procedimientos.
Las características de los síntomas son fundamentales para un diagnóstico. Ninguna prueba por sí sola puede diagnosticar la enfermedad coronaria.
Si el médico cree que sufres esta enfermedad, se apoyará de un electrocardiograma o prueba de esfuerzo para confirmar el diagnóstico.
Para conocer la gravedad de la obstrucción de las coronarias o del funcionamiento del corazón, es necesario un cateterismo cardíaco y un ultrasonido del corazón (ecocardiograma).