La presencia del avispón asiático gigante en nuestro territorio no es motivo de alerta. La también conocida como avispa mandarina ni siquiera se ha establecido en Canadá o Estados Unidos, “es descabellado suponer que viajará hacia el sur y llegará a México” afirmó Alejandro Zaldívar Riverón, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.

En los últimos años se han registrado algunos ejemplares de la Vespa mandarinia en la Unión Americana, pero sólo son introducciones accidentales, casos aislados que llegaron en mercancías provenientes de países asiáticos, aseguró el curador en jefe de la Colección Nacional de Insectos del IB.

No hay fuentes confiables que sugieran su llegada a México, insistió el especialista en Hymenoptera, del Departamento de Zoología de la entidad universitaria. “No se debe olvidar que cada especie animal o vegetal tiene ciertos requerimientos ecológicos, y de acuerdo con las características ambientales de los sitios donde se distribuye naturalmente esta avispa, es poco probable que se establezca en Canadá o el norte de EU, y luego viaje, cruce zonas áridas y desiertos hasta llegar a nuestro territorio”.

El experto recordó que este insecto himenóptero pertenece al género Vespa, representado por poco más de 20 especies. Su distribución original es principalmente en zonas subtropicales de Asia y algunas regiones de Europa. “Son organismos considerablemente grandes en comparación con otros miembros del orden Hymenoptera, como hormigas o abejas”.

Las avispas del género Vespa son depredadoras, se alimentan principalmente de otros insectos o pequeños artrópodos, y varias especies tienen preferencia por abejas mieleras. Su organización social es por castas: reina y obreras, morfológicamente diferenciadas.

Características

El avispón asiático gigante, que en las últimas semanas ha tenido revuelo en varios medios de comunicación, se distribuye en la India, Sri Lanka, Bután, Nepal, Birmania, Tailandia, Laos, Vietnam, Malasia, China Hong Kong, Taiwán, el extremo este de Rusia, Corea y Japón.

Vespa mandarinia usualmente anida a nivel del suelo y en ocasiones usa madrigueras de mamíferos o cavidades de raíces, donde la reina comienza a desarrollar su colonia. Es la especie más grande de su género, llega a medir hasta 5.5 centímetros y se le conoce por su predilección de atacar panales de abejas.

Zaldívar Riverón recordó que la falsa alarma comenzó por un registro en septiembre del año pasado, porque en una isla de Vancouver, Canadá, se encontró un nido de esta especie, el cual se eliminó de inmediato. En noviembre hubo un registro de un ejemplar en el estado de Washington, Estados Unidos. Este año se hallaron abejas decapitadas en este estado.

“Un avispón gigante llega a matar por minuto hasta a 40 individuos de Apis mellifera, la abeja europea o doméstica. Se lleva a los individuos adultos para alimentar a sus larvas en su propia colonia”, pero eso no significa que haya indicios de que se ha establecido en la Unión Americana, reiteró.

En un artículo publicado hace unos días en la revista científica Insect Systematics and Diversity (2020, 4(3), 2: 1-27), investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, del Museo Americano de Historia Natural y de la Universidad de California, dan cuenta del inventario de especies del género Vespa, y específicamente de Vespa mandarinia, que accidentalmente se han introducido a su territorio en los últimos años.

Concluyeron que de 2010 a 2018 en los puertos de entrada a EU ha habido cerca de 50 intercepciones de diferentes especies de avispas, y poco menos de la mitad fueron avispones. Una de las más significativas fue la detección de un nido entero de Vespa mandarinia que contenía crías vivas y pupas. Inmediatamente fue destruido.

Debido al comercio internacional, especialmente el que se efectúa por barco, suelen ocurrir dispersiones accidentales, como en este caso, detalló el entomólogo universitario.

Por todo ello, recalcó, la población en México no debe inquietarse ante lo difundido por “unos cuantos medios informativos alarmistas”, ni comenzar a matar a cualquier abeja o avispón que vean.

La gente está eliminando ejemplares que ni siquiera pertenecen al género Vespa, y eso es muy peligroso porque las abejas y las avispas sociales son especies indispensables para el mantenimiento de los ecosistemas terrestres. “Si acabamos con estos organismos nos ponemos la soga al cuello, pues cumplen una función primordial de polinización y control de insectos herbívoros”, advirtió.

No hay que entrar en pánico, pues este insecto no llegará en el corto o mediano plazo a nuestro territorio, aseguró, y recomendó a la población, en caso de encontrar una avispa (que con seguridad no será el avispón gigante) y tener curiosidad, tomarle una foto y enviarla a la página Naturalista, en donde entomólogos y taxónomos ayudarán a su identificación.

Por último, pidió no dejarse llevar por medios de comunicación “amarillistas”, sino buscar información confiable de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México.

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