Una relación más estrecha, transparente y justa entre ciudadanía y gobierno es lo que buscará la nueva administración que encabezará el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, indicó María Elena Álvarez-Buylla, la futura titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para el periodo 2018-2024. “Esta nueva relación facilitaría la resolución de una serie de problemas urgentes que primero debemos conocer a fondo” dijo.
Desde esa perspectiva, la investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que con respecto al sector de ciencia, tecnología e innovación (CTI), se encuentra trabajando con un equipo multidisciplinario de colegas de alto nivel con quienes elabora un diagnóstico especializado sobre el estado en el que se encuentra el Conacyt y de un plan para redireccionar aquellos temas en los que se considere necesario hacer énfasis.
En el conversatorio “Política nacional de ciencia y tecnología. La comunicación de la ciencia como instrumento para el desarrollo social”, realizado hoy en el marco de la II Feria Internacional del Libro Universitario 2018, al que asistieron editores de distintas dependencias de la UNAM, independientes y de otras universidades, Álvarez-Buylla escuchó las observaciones y comentarios de los responsables de publicar los resultados de las investigaciones que se llevan a cabo en el país, cuyos requisitos para poder tener validez, coincidieron, son cada vez más exigentes.
“El trabajo que todos ustedes hacen (refiriéndose a los editores) y el esfuerzo de lograr un conjunto de publicaciones que puedan ser accesibles para todo mundo y de generar estándares de publicación rigurosos pero a la vez abiertos es fundamental, como también lo es promover la publicación del conocimiento científico, humanístico y tecnológico”, dijo la especialista en ecología evolutiva.
La investigadora con experiencia en el tema por ser coautora de numerosas publicaciones arbitradas destacó que está el reto permanente de que la información sea accesible para todos los ciudadanos, los tomadores de decisión y los interesados desde el sector productivo en vincularse con la comunidad CTI.
“Lo que pretendemos como tarea gigantesca y que necesariamente va a llamar a colaborar a toda la comunidad de científicos de todas las áreas —aseguró— es promover una ciencia mexicana de frontera, transformadora, ética, responsable, comprometida con la sociedad y el ambiente”.
Álvarez-Buylla, quien propuso a los editores a mantener un diálogo abierto con ellos, consideró que no solo el factor de impacto de una publicación es importante, sino ahondar en cuáles son los problemas sociales que atiende la información que se está divulgando; y tratar de ir más allá del compromiso de publicar.
La integrante de la Academia Mexicana de Ciencias propuso a los editores presentes en el conversatorio presentar lineamientos y consensos para tener una crítica profunda y constructiva y volver a reunirse para establecer mecanismos, “los más democráticos posibles”, para diseñar índices y clasificar a las revistas con miras a mejorar el impacto de las publicaciones y de sus autores. “Tenemos que aplicar las mejores prácticas con una visión crítica”.
Los retos para los editores
Ana María Cetto Kramis, investigadora del Instituto de Física de la UNAM y presidenta de Latindex —sistema regional de información en línea para revistas científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal— fue la moderadora del conversatorio. Invitó a que este sea el primero de un diálogo con editores, con miras a que sistemas como el Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt) mejoren su desempeño y eficacia.
Señaló que los retos identificados por Álvarez-Buylla en su participación no solo son para el Conacyt, sino para toda la comunidad científica, en particular para los editores, “porque ¿cuál es el futuro para ellos? Hoy, afortunadamente, podemos hablar de un colectivo de editores, lo cual hasta hace algunos años no era posible; es un conjunto de gente comprometida con su trabajo, una labor encomiable, y que además tienen ante sí los mismos retos que enfrenta toda la comunidad científica”.
Cetto Kramis añadió que la actual problemática nacional y que va a ser un centro de atención para el futuro gobierno, necesita de una ciencia de buena calidad, desarrollada, con soberanía, de frontera, conectada con la ciencia que se hace en el exterior, pero que permita a la ciencia mexicana jugar un papel más protagónico.
“Esto significa también tareas nuevas para el mundo de la publicación científica, no solo revistas, también libros; inclusive al escuchar las áreas en donde se están conformando programas nacionales estratégicos, como son los relacionados con el tema infantil y la seguridad alimentaria, por ejemplo, o bien que lleve realmente a transformar lo que se está haciendo, a reorientar o mirar hacia estos problemas, o crear nuevas instituciones”, reflexionó.
La científica comentó que lo mismo ocurre con las revistas, las mismas que se producen ahora, las que van a tener que afrontar estos retos, “podemos pensar en la creación de nuevos medios de comunicación, de nuevas revistas, dedicadas a mostrar no solo la problemática sino lo que está haciendo la ciencia en nuestro país en en estas áreas”.
Joaquín Díez-Canedo Flores, director general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, quien participó como anfitrión y presentador de las dos investigadoras, hizo énfasis en la necesidad de vertir y poner al alcance de públicos cada vez mayores a través de revistas especializadas el conocimiento que generan las universidades.