Con la adquisición de cinco equipos portátiles de ultrasonido para anestesia y analgesia se ha podido aliviar el dolor de pacientes con urgencias traumatológicas en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Traumatología, Ortopedia y Rehabilitación “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Magdalena de las Salinas.
La doctora María de Lourdes Vallejo Villalobos, jefa del Servicio de Anestesiología del Hospital de Traumatología, señaló que este ultrasonido es una herramienta nueva que ayuda a localizar nervios o vasos sanguíneos; a diferencia de los ultrasonidos convencionales son pequeños, tienen una computadora portátil y un carro transportador para todos los aditamentos necesarios, lo cual permite llegar a la cama del paciente.
“Desde Urgencias nosotros podemos aplicar un bloqueo analgésico antes, durante y después de que la persona entra a quirófano. Es muy satisfactorio cuando vemos que está con dolor, se lo disminuimos y ya cuando entra a cirugía está tranquilo y se puede movilizar”, indicó.
Explicó que el ultrasonido es de suma utilidad en casos de pacientes con quemaduras en manos, brazos o piernas y se dificulta encontrar una vena, “localizamos los vasos sanguíneos más grandes, sobre todo la yugular interna, y colocamos un acceso vascular para poder hidratarlos”.
Vallejo Villalobos informó que, a tres años de que se adquirieron los equipos, en el Hospital de Traumatología se han realizado más de 45 mil procedimientos.
“Son los que mejor resolución tienen, sobre todo para localizar estructuras nerviosas y vasos sanguíneos que es para lo que más los utilizamos en este hospital. Además, cuentan con cuatro transductores que nos permiten hacer rastreos tanto de ecocardiograma como doppler transcraneal y tenemos un convexo que nos ayuda a ver estructuras más profundas”, dijo.
Por su parte, la doctora Mirna Rincón Gómez, jefa de Anestesiología del Hospital de Ortopedia, comentó el ultrasonido acorta tiempos y facilita la localización de estructuras, “lo tenemos para ayudarnos a depositar el anestésico local de manera precisa en el lugar y la cantidad necesarios ya sea en el plexo lumbar, el braquial o bloqueos tronculares. En otros tiempos calculábamos la dosis de la anestesia local con base en el peso y talla del paciente”.
Destacó el beneficio que tiene para los pacientes después de una cirugía, pues se logra una analgesia posterior de 24 hasta 72 horas, además de que se ha reducido el diferimiento quirúrgico.
“Aquí hacemos de 300 a 400 bloqueos de plexo al mes y al paciente se le da la cantidad precisa de la anestesia. Es una herramienta de trabajo muy útil, no solamente para bloqueo de plexo, se puede utilizar también para localizar venas periféricas, en cirugías pediátricas, entre otros”, señaló.
En este hospital se reciben pacientes de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores y mujeres embarazadas, que llegan politraumatizados o quemados tras sufrir accidentes.