La senadora Claudia Esther Balderas Espinoza solicitó al Comité Nacional de Guías de Práctica Clínica de la Secretaría de Salud, y al Consejo de Salubridad General, a que homologuen los criterios de diagnóstico, prevención, atención y tratamiento de la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC) en las diversas instituciones públicas de salud.
A través de un punto de acuerdo, la legisladora de Morena señaló que existe una dispersión y falta de uniformidad respecto a los criterios de diagnóstico, prevención, atención y tratamiento del EVC, por lo que es necesario establecer protocolos de atención para abordar este padecimiento de manera integral.
Refirió que resultados del estudio relativo a la Vigilancia Epidemiológica del Ataque Vascular Cerebral en Durango, señalan que en México se aprecia que la tasa anual se incrementa en forma significativa con la edad en todos los tipos. Señala que el infarto cerebral es el tipo de enfermedad vascular cerebral más frecuente.
Actualmente, indicó, las ECV en México deben considerarse como un problema de salud de orden prioritario, pues la tendencia registrada durante los últimos años muestra un incremento continuo en los niveles de mortalidad.
La senadora mencionó que datos de la Secretaría de Salud muestran que la tasa de mortalidad por EVC se ha incrementado a partir del año 2000, particularmente en menores de 65 años. Indicó que en 2008 la tasa de mortalidad fue de 28.3 por cada 100 mil habitantes.
Balderas Espinoza explicó que este tipo de enfermedades tienen grandes impactos en la calidad de vida e independencia del paciente, pues provoca discapacidad, e incluso, la muerte, de ahí, la importancia de contar con protocolos únicos de atención para estos casos.
Consideró que el origen de las diferencias en la toma de decisiones sobre pacientes individuales puede deberse a la incertidumbre, ignorancia, presiones externas, así como a recursos y oferta de servicios.
Es por ello que opinó que, para paliar estos aspectos, los diferentes servicios de salud, como las sociedades científicas y los responsables de la política sanitaria se preocupen por generar y publicar recomendaciones o estándares sobre cómo actuar en estas circunstancias.
El punto de acuerdo fue enviado a la Comisión de Salud.