El estrabismo o pérdida de la alineación de los ojos lo padece de dos a cinco por ciento de la población en algún momento de su vida. En la infancia, sobre todo, las personas que lo presentan son marginadas de algún círculo social, destacó la profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, Jessica Vargas.
Las burlas tienen un impacto psicosocial negativo: son niños que se sienten aislados, se vuelven retraídos, incluso llegan a utilizar algún método cosmético para ocultar el ojo desviado, como taparse con el fleco o usar lentes.
La investigadora explicó que últimamente se registran casos de niños y jóvenes con estrabismo adquirido asociado al uso excesivo de dispositivos electrónicos. Los afectados empiezan con una endotropía y tienen doble visión por usar celulares y pantallas cerca (a 15 o 20 centímetros de distancia o menos).
Ver una imagen tan cerca hace que los ejes visuales converjan en ella. Aunque esto es normal, si se mantienen así durante mucho tiempo, pueden propiciar que los ojos se empiecen a desviar verdaderamente.
En estos casos hay que disminuir las horas de uso del dispositivo y utilizarlo de acuerdo con la edad. Se recomienda, por ejemplo, que las tabletas no se empleen antes de los seis años. Sin embargo, frecuentemente los pequeños las usan, incluso celulares para entretenerse. Eso debe estar prohibido porque los puede predisponer a presentar desviaciones de los ojos.
En algunos pacientes, la disminución de su uso puede desaparecer el estrabismo. De acuerdo con el grado de la desviación y qué situaciones acompañen la patología, es posible tratarlo con toxina botulínica o con cirugía. Antes hay que descartar un error refractivo; si lo hay, corregirlo, y ver cómo se comporta la desviación.
Una recomendación de la experta es que cada 20 minutos de uso de una tableta, celular o computadora se haga una pausa y se descanse 20 segundos viendo a lo lejos (20 pies o seis metros), antes de volver a mirar la pantalla.
Lo importante, subrayó Jessica Vargas, es la prevención y la educación para la salud, que sigue fallando en México. Hay pacientes que llegan tarde a consulta, por eso la recomendación es que si sospecho que tengo el ojo desviado o veo que mi hijo, familiar o amigo así lo tienen, es preferible asistir al oftalmólogo.
Tipos de estrabismo
Vargas explicó que hay varios tipos de este trastorno: el estrabismo congénito (se nace con la desviación ocular o se presenta en etapas tempranas en los bebés) y el adquirido, que causa visión doble y está asociado a traumas craneoencefálicos, patologías crónicas y, últimamente, a la prolongada exposición a dispositivos electrónicos por la obligada reclusión debida a la pandemia por la COVID-19.
En la mayoría de los casos se desconoce la causa directa del congénito, ya que es multifactorial; sin embargo, a veces se presenta por falla en el desarrollo de un nervio o de los músculos extraoculares.
El estrabismo en los bebés generalmente está relacionado a factores de riesgo como parto anormal, bajo peso al nacer o ser hijo de madre fumadora, entre otros, acota la especialista en oftalmología pediátrica.
En la infancia, generalmente en el primer año de vida se presentan los mal llamados congénitos (el más frecuente es la endotropía, la desviación de los ojos hacia adentro). Se trata de pacientes que no nacen con la desviación. De pronto, uno o los dos ojos se desvían.
También hay los denominados acomodativos, los cuales se presentan entre los tres y cuatro años; son desviaciones intermitentes. Cuando el menor pone atención en algo, los ojos se empiezan a desviar, pero cuando no fija la atención están derechos.
Se les llama así porque se relacionan con la hipermetropía y porque cuando al paciente se le receta uso de lentes, los ojos se enderezan. Hay también un estrabismo mezcla de congénito y acomodativo, que no se corrige por completo con el uso de anteojos y requiere cirugía para tratar el grado residual de desviación. Este último se conoce como parcialmente acomodativo.
También están los que se conocen como exotropías, los cuales provocan que los ojos se desvíen hacia afuera, de forma intermitente; es decir, alterna periodos de ojos derechos con etapas de ojos desviados, generalmente cuando no pone atención en algo. Estos casos normalmente se tratan con cirugía.
En adultos, explicó la especialista Jessica Vargas, están asociados principalmente a enfermedades sistémicas como diabetes e hipertensión y a traumas craneoencefálicos por accidentes.
Cuando la desviación es causada por traumatismo, se espera aproximadamente de tres a seis meses para observar si hay recuperación; de lo contrario se corrige con cirugía. En caso de estrabismo provocado por diabetes, se controla la glucosa y la desviación se enmienda sola. Si en seis meses no sucede, también se aplica operación.
Otros tipos de estrabismo en adultos son secundarios y están vinculados con otras condiciones, como alteraciones en la tiroides o tumores intracraneales. Algunos son hereditarios, como la fibrosis congénita de músculos extraoculares, pero son poco frecuentes.
No todas las personas con estrabismo ven doble. En los congénitos y de desarrollo temprano hay una adaptación sensorial del cerebro para anular la imagen del ojo desviado. Sin embargo, cuando este órgano alcanzó su maduración (después de los dos o tres años de edad), no es tan fácil anularla. Entonces se presenta la visión doble o diplopía, de tal forma que cuando una persona ve doble, estamos ante un estrabismo adquirido, agrega la académica de la UNAM.