*Hora de pagar la histórica deuda con indígenas
El Estado mexicano debe saldar la deuda histórica que tiene con los pueblos y las comunidades indígenas y reconocerlos de una vez por todas como sujetos de derecho.
Hoy proponemos una reforma al artículo 2° constitucional para recoger la demanda central de los acuerdos de San Andrés de 1996 y cumplir con una exigencia histórica de los pueblos indígenas.
Proponemos establecer el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos de derecho, lo que implica el reconocimiento explícito de su personalidad jurídica colectiva y, por lo tanto, de su capacidad para portar y ejercer derechos como una entidad política que tiene actuación en la vida jurídica del Estado.
Con la reforma propuesta se garantiza la libre determinación de las comunidades indígenas, el reconocimiento de sus sistemas de organización, y la salvaguarda de su personalidad jurídica para decidir sobre su presente y su futuro.
Supone también que los pueblos indígenas forman parte de la vida del Estado y no son entidades bajo su tutela, es decir, los pueblos indígenas ejercen su ciudadanía y sus derechos colectivos, siendo parte de un sistema político y social, y no espectadores con derechos parciales. “Y supone, finalmente, que esto es reconocido en todo el territorio nacional y no una concesión otorgada en una u otra entidad federativa.
La reforma constitucional de 2001 en materia de derechos indígenas representó un avance indiscutible en la política de reconocimiento y protección de los derechos colectivos de estas comunidades, pero faltó reconocerlas como sujetos de derecho, principal exigencia emanada de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.
Si queremos hablar de un cambio de régimen, el régimen debe empezar por cambiar la forma en que se relaciona con los pueblos indígenas, el régimen debe construir políticas, dentro de la pluralidad y la multiculturalidad, que les permita a todos exigir y ejercer sus derechos.