*El Estado debe garantizar banda ancha e Internet en educación
Proponemos adicionar un párrafo al artículo 6º de la Constitución, para que el Estado, a través de la Administración Pública Paraestatal, garantice el equipamiento con banda ancha e Internet en los planteles de educación básica, media superior y superior.
Dicho servicio deberá asegurar el acceso efectivo de las y los estudiantes a los servicios de telecomunicaciones con fines educativos.
Mi iniciativa, turnada a las comisiones de Puntos Constitucionales, para dictamen, y a la de Educación, destaca que la calidad de este servicio constituye un elemento central para que los estudiantes obtengan más información, conocimiento, recursos educativos y oportunidades de desarrollo profesional.
Estimo que el Internet no es la solución a todos los retos que enfrenta el modelo educativo, pero sí es una variable transformadora para maximizar el aprendizaje.
La pandemia empeoró todo. Muchos han perdido su empleo, otros tuvieron recorte salarial y cuando regresemos a la normalidad, hablar de una conexión a Internet sencillamente será hablar de lujos.
Es urgente que los planteles educativos cuenten con el ancho de banda suficiente para soportar las actividades administrativas, que los laboratorios de cómputo puedan impartir sus clases y desarrollar las habilidades digitales de los estudiantes, sin la molesta restricción de que “no hay servicio”.
En materia de conectividad a finales de 2019 sólo el 12 por ciento de las escuelas públicas contaban con acceso a la banda ancha. Cuatro de cada 10 alumnos del ciclo escolar 2019-2020 tuvieron la posibilidad económica de concluir el año por medios digitales; el resto sólo se enteró por radio o televisión de la conclusión de las actividades.
Si bien es cierto, la reforma constitucional de 2013 abarató el costo de los servicios de telecomunicaciones, para cientos de familias siguen siendo incosteable. Peor aún, la pandemia obligó al cierre de los planteles escolares y esta situación agudizó aún más las asimetrías que existen entre nuestros estudiantes.
Advertimos que de nada sirve un modelo educativo novedoso ante la pandemia o el impulso de contenidos de calidad a distancia, si no podemos asegurarle a niñas, niños y adolescentes herramientas tan básicas como la conexión a Internet.