*Salario igual entre mujeres y hombres
Proponemos iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo, con el objetivo de que haya un salario igual entre mujeres y hombres, sin excepción, porque en los puestos directivos y profesionales de las empresas e instituciones, la diferencia alcanza hasta el 15 por ciento, según Indicadores de Género de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, levantada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Desafortunadamente las mujeres encuentran brechas de desigualdad en diversos ámbitos de la vida cotidiana que impactan en su desarrollo personal, familiar, social y laboral.
Un aspecto muy obvio es en la esfera del trabajo, pues no solamente por el mismo cargo y con las mismas tareas, gana menos la mujer, sino que la efectividad de sus derechos humanos merma cuando deciden optar por la maternidad, a pesar del cúmulo legal de protección.
No combatir esta brecha salarial significa condenar a las mujeres a persistir en la pobreza, por más trabajo, esfuerzo, capacitación y educación profesional que tengan.
Esto afecta no sólo la capacidad de pago inmediata de las mujeres, sino su autonomía en el mantenimiento de una familia, en inversión personal, adquisición de créditos, servicios de seguridad social, créditos para vivienda y el monto para su retiro o jubilación.
De acuerdo con el documento “Construir un México Inclusivo: políticas y buena gobernanza para la igualdad de género”, se plantea que si se redujera la brecha de género en la participación en la fuerza de trabajo de personas entre 15 y 74 años, se añadirían 0.16 por ciento puntos porcentuales a la tasa de crecimiento anual proyectada en el PIB per cápita para el periodo 2013-2040.
Es decir, si sumamos fuerzas en igualdad de condiciones, México tendría un futuro más próspero que si seguimos discriminando a la mitad de su población.
Otro aspecto que confirma la brecha salarial es el estudio “Mujeres y Hombres 2018”, publicado por el Inmujeres y el Inegi en donde se advierte que, al analizar la cantidad monetaria que reciben hombres y mujeres por su participación en la actividad económica, a partir de la media del ingreso mensual real de trabajo, se evidencia que independiente de la escolaridad, la edad o el estado civil, la remuneración de las mujeres es persistentemente menor desde el 2005 hasta el 2018.
Lo peor de esta injusticia es la consecuencia posterior que trae esta desigualdad, pues en el largo plazo implica la persistencia en rangos de pobreza de las mujeres, tan es así que para 2017, el 13 por ciento de las mujeres de entre 18 y 64 años vivieron en condiciones por debajo de la línea de pobreza frente al 9 por ciento de los hombres en el mismo rango de edad.
Es necesario, oportuno y urgente ser congruentes con la lucha de las mujeres, no sólo por visibilizar su aportación a la economía del país, sino para garantizar que nunca reciban un pago menor por el mismo trabajo en las mismas condiciones frente a un hombre.
Por ello propongo modificar el artículo 84 de la Ley Federal del Trabajo, para de armonizar lo que dispone la norma constitucional con la ley reglamentaria a fin de sumar esfuerzos desde el ámbito legislativo en materia de igualdad sustantiva y brecha salarial.