En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, el Tribunal Electoral de Quintana Roo y el Instituto Electoral de ese estado, llevaron a cabo la conferencia magistral “Derechos político-electorales de las mujeres a vivir una vida libre de violencia”, en donde se expuso el avance logrado para que ellas ejerzan estos derechos.
En el acto, la magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Otálora Malassis, resaltó que desde hace varios años el máximo órgano jurisdiccional analiza con perspectiva de género los asuntos que llegan a la Sala Superior para combatir la violencia política contra las mujeres, con base en convenciones internacionales a las que está suscrito México, y con especial énfasis en lo que dicta la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
Ante autoridades electorales del ámbito administrativo y jurisdiccional, que se conectaron por videoconferencia, la magistrada de la Sala Superior resaltó que juzgadoras y juzgadores tienen obligación de combatir la violencia política en razón de género. Destacó que desde el año 2020, las mujeres que son violentadas pueden iniciar un juicio para la protección de sus derechos político-electorales, y en lo que al Tribunal Electoral hace, se han dictado sentencias para hacer frente a este mal y abonar así a su erradicación.
Recordó que hoy día existe un marco normativo más robusto que permite al Tribunal Electoral sancionar la violencia política con la posibilidad de anular elecciones, porque se han establecido limitaciones y disposiciones para contrarrestar obstáculos que enfrentan las mujeres.
Durante su exposición, la magistrada Janine Otálora Malassis subrayó que la violencia política en razón de género es un mecanismo que busca evitar que las mujeres puedan ejercer sus derechos político- electorales, acción que durante mucho tiempo estuvo invisibilizada. Sin embargo, agregó, en la actualidad hay más denuncias y se sabe que este tipo de violencia busca limitar, controlar y demeritar la participación de las mujeres en el ámbito político y electoral.
Finalmente señaló que aún falta mucho por hacer para transformar un problema enraizado en la cultura de la sociedad mexicana, por lo que las personas que no la padecen no deben pensar que no les corresponde actuar para hacerle frente. Se requiere, dijo, de empatía y sensibilización, porque silenciar, ignorar o ser indiferente también violenta y mata, ya que ninguna mujer está exenta de padecer violencia política en razón de género, sin importar educación, profesión, estrato social ni región geográfica.