*Hay intereses que se oponen al acceso a una alimentación sana
Las legisladoras debemos impulsar en América Latina una agenda que permita humanizar la política y hacer frente a la simulación por la defensa de los derechos humanos y a los intereses económicos que se oponen al acceso a una alimentación sana, al agua y a la agricultura sostenible.
Así lo expuse durante la presentación del libro “Mujeres parlamentarias en la lucha contra el hambre en Mesoamérica”, donde destaqué que México está catalogado como un país que vive otra pandemia: la de la obesidad.
En nuestro país hay 15 millones de personas con diabetes y con enfermedades crónico-degenerativas derivadas de la mala alimentación, situación que impacta no sólo en el sufrimiento de las familias, sino en el presupuesto público.
Tenemos avances en materia legislativas, como es haber aprobado temas para recuperar la alimentación sana de la población, así como para proteger al maíz, fomentar su producción, libre de transgénicos y de agroquímicos, parece fácil, pero es una lucha de 25 años.
Los avances en el etiquetado de alimentos, para fomentar la responsabilidad sobre lo que se consume, así como el impulso al proyecto sobre agua y saneamiento, han sido bien recibidos en América Latina y el Caribe.