*Abrazos y no balazos solo genera impunidad
A tres años del gobierno López Obrador, los cambios que prometieron han sido en perjuicio de los mexicanos, pues los índices de violencia están por los cielos y la estrategia de abrazos y no balazos no generan otra cosa más que impunidad.
Y si hablamos de la contención de la pandemia, este gobierno está reprobado, ya que la Secretaría de Salud del Gobierno federal estimó que en este año habría 1 millón 307 mil 500 personas, pero la dura realidad generada por la incompetencia del gobierno ha hecho que esa cifra crezca el 47.5 por ciento, esto es, 621 mil 43 muertes más de las que ya se habían pronosticado, son la realidad de nuestro gobierno.
Sobre el gobierno de López Obrador y López- Gatell quedan registradas a noviembre de este año, 923 mil muertes confirmadas o relacionadas con el covid.
Por eso reprochamos que con sólo el 59 por ciento de la población mayor de 18 años vacunada y con la variante omicron, declarada por la OMS como una cepa más transmisible y con la negligencia gubernamental, en su mayor expresión, el gobierno llama a una irresponsable-covid-fiesta; es decir, a un evento masivo en el zócalo capitalino sólo para cumplir los caprichos del presidente de la República.
No cabe duda que si en algo se ha destacado el gobierno del presidente López Obrador, es en su irresponsabilidad. A Morena no le importa la vida, ni la salud, ni la seguridad de los mexicanos. No, lo único que les importa es enaltecer la imagen presidencial, como si tuvieran algo que presumir en estos tres años de gestión.
Como un intento fallido que muestra el espíritu autoritario y la falta de respeto a los derechos humanos que tiene el gobierno, este fin de semana se hizo pública la existencia de un código de vestimenta y convivencia en la oficina, emitido supuestamente por la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal.
Esperemos que haya sido un error de este gobierno, porque los tatuajes y la emisión de opiniones son medios de expresión de la individualidad de las personas y gozan de la protección constitucional del artículo 1 de nuestra ley suprema.
El Estado debe garantizar las libertades, no reprimirlas. El Estado no debe atentar contra la dignidad humana. Y tampoco puede fomentar actos discriminatorios que vulneren el libre desarrollo de las personas.
Ninguna persona puede sufrir discriminación por su origen, edad, discapacidad, condición social o económica, condición de salud, lengua, religión, opiniones, preferencia sexual o estado civil.