*Rotundo fracaso de López Obrador en política migratoria
Actos ruines, como lo ocurrido en Ciudad Juárez, revelan el rostro más corrupto de esta administración y en este marco del Día del Maestro, la educación no es un eje fundamental para el Gobierno federal, pues canceló las escuelas de tiempo completo y detuvo las pruebas PISA.
La política migratoria del presidente López Obrador ha sido un rotundo fracaso. En su paso por México, migrantes son víctimas de delitos y el propio Gobierno federal es incapaz de brindarles condiciones dignas de tránsito y estancia.
Con la entrada en vigor del Título 8 en Estados Unidos, con la cual los migrantes solicitantes de asilo serán deportados a México, deja al descubierto la incapacidad del gobierno mexicano de atender este fenómeno, ya que cuando regresen a territorio nacional volverán a ser víctimas de las bandas delincuenciales, y de la corrupción y negligencia de los servidores públicos de Morena.
El gobierno de López Obrador va de error en error. En plena crisis migratoria, y ante el fin del Título 42, cerró 33 estancias para que los organismos protectores de derechos humanos no se den cuenta de las condiciones infames en las que se está viviendo, siendo migrantes.
Lamentablemente se evidencia que hay tropiezo tras tropiezo al insistir en que elementos de las Fuerzas Armadas sean utilizados para contener a los miles de migrantes que ingresan diariamente en nuestro país.
Las condiciones en los centros del Instituto Nacional de Migración tampoco han mejorado, al contrario, tienen a los migrantes hacinados, sin servicios médicos, sin comida, sin agua, sin lugares dignos, haciendo filas de días enteros para poderles otorgar un permiso de libre tránsito.
López Obrador prometió que la movilidad y migración sería regular, ordenada y segura; que habría fortalecimiento institucional y que la reintegración de los migrantes a sus países, sería segura, pero lamentablemente Morena y López Obrador no cumplieron ninguna de sus promesas.
Es urgente que se corrija esta desastrosa política migratoria y que tanto el Canciller como el secretario de Gobernación se pongan a trabajar en atender a los migrantes. En lugar de andar en campañas ilegales, mejor que se pongan a atender sus responsabilidades como servidores públicos. No debe ocurrir otra tragedia como la de Ciudad Juárez.