*Riesgos de reducir presupuesto para salud
Propongo reformas al artículo 58 de la Ley Federal de Responsabilidad Hacendaria y al 19 de la Ley General de Salud, para garantizar que el presupuesto en materia de salud tenga siempre una tendencia a la alza.
Brindar servicios básicos de salud a todos los habitantes, independientemente de su condición socioeconómica, raza, edad, origen étnico o preferencia sexual, es uno de los propósitos y obligaciones más importantes de un país.
Mi propuesta establece que el presupuesto que la Federación y los gobiernos de las entidades federativas destinen para el gasto en salud, deberá incrementarse cada ejercicio fiscal al menos en la misma proporción en que se estime el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) en los Criterios de Política Económica, y en ningún caso podrá ser menor, en términos reales, al que hayan asignado para el ejercicio fiscal inmediato anterior.
La inversión pública actual en el sector alcanza apenas 2.5 del PIB, la cifra más baja desde 2009. Esto es contrario a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece un mínimo de 4.6 puntos del PIB, para lograr los objetivos en la materia.
Si seguimos con la tendencia de reducir los presupuestos de salud, México no contará con herramientas necesarias para garantizar a los mexicanos el acceso directo a los servicios de salud.
No regular la reducción del presupuesto en salud, ni realizar adecuaciones presupuestarias al ejercicio del gasto que implique recortes al mismo, es contrario al compromiso asumido como legisladores y representantes de las entidades federativas para que el acceso a la salud sea un derecho que deba irse ampliando de manera consecutiva y frecuente, en lugar de sufrir retrocesos.