*México ante la legalización de las drogas
En el último informe de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), señala a México de ser el principal productor de heroína, opio y metanfetaminas consumidas en Estados Unidos. Así como el punto de origen de la mayoría del fentalino que entran a su territorio.
El presidente estadounidense Donald Trump, pidió a la comunidad internacional trabajar conjuntamente para desmantelar la producción, reducir el consumo de drogas a través de educación y programas sociales.
Esto incluye aumentar los esfuerzos y recursos en tratamientos para los adictos. Es un cambio de enfoque; se asume como un problema de salud que amenaza la seguridad de su nación.
Mientras que en nuestro país, el narcotráfico tiene de rodillas a las autoridades. Existe la esperanza de que el nuevo Gobierno Federal que entrará en funciones el 1 de diciembre logre restablecer la seguridad en el territorio nacional. Se pretende legalizar algunas drogas: Marihuana, amapola.
Además de aplicar una amnistía a personas que por necesidad económica se involucraron en actividades ilícitas. Esta medida no aplicaría para los jefes de los distintos carteles.
Vale la pena rescatar las palabras del expresidente colombiano César Gaviria quien declaró que México y Colombia están preparados para la regularización de las drogas, pero al mismo tiempo deberán continuar su lucha contras los cárteles que trafican estupefacientes hacia Estados Unidos y Europa.
“Mucha de la violencia que hay en el país y de los homicidios tienen que ver con el consumo local de drogas y no con el tráfico internacional”. Desaprobó la amnistía que ha propuesto el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. “Se debe fortalecer el sistema de justicia penal para enfrentar la violencia criminal, de lo contrario seguirá”.
A pesar de la gravedad del asunto, en México las cosan caminan lentamente, el Congreso de la Unión ya aprobó la legalización de la marihuana para uso medicinal. La Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) trabajan en la reglamentación.
La abogada Berenice Guadarrama especialista en el tema dio su punto de vista al respecto: “El primer proyecto de reglamento fue desechado porque se planteó sólo permitir la cosecha para fines científicos. Actualmente está detenida por voluntad política, pues las elecciones congelaron su avance.
Una vez que se publique, incluyendo al autocultivo, podrás -con receta médica- cosechar marihuana con fines terapéuticos y/o comprar productos canábicos en las farmacias con licencia para vender psicotrópicos. Para su uso lúdico -sin receta- , se tiene que reformar la Ley General de Salud para excluir a la marihuana de la lista de narcóticos cuyo consumo, posesión, transportación y comercialización con fines lúdicos constituyen un delito”.
La maestra en Derecho explicó que la Suprema Corte ha aceptado cuatro amparos que permiten la cosecha y/o importación de la marihuana y sus derivados para fines terapéuticos o lúdicos. “Si acepta una quinta, podría generar jurisprudencia que obligaría a legislar para su despenalización.
Sin embargo, necesita votarse en el pleno de la Corte y no hay certeza de tener el respaldo de la mayoría de los ministros. Falta mucho que reglamentar, como las leyes secundarias a nivel local que podrían normar la comercialización de los demás productos derivados del cáñamo como textiles, productos cosméticos, bioplásticos, etc. Hay avances en la legalización, es necesario que nuestros gobernantes se pongan a trabajar. El cambio no debe ser sólo en lo legal, sino también en la sociedad. Sin embargo, cabe preguntar: ¿Para qué fue la prohibición?”
Es válido el planteamiento, al grado que el expresidente mexicano Ernesto Zedillo Ponce de León, admitió que la política antidrogas seguida en su administración (1994-2000) fue equivocada, porque se basó en la represión y prohibición, “modelo que ha demostrado ser un fracaso”.