*En la mira Monreal por escándalos y denuncias de corrupción en el Senado
En el partido Movimiento de Renovación Nacional, Morena, se está comenzando a anidar un sentimiento de dureza contra su máximo líder y creador histórico del organismo político, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, porque sospechan que de su oficina comienzan a salir instrucciones de favorecer al senador Ricardo Monreal Ávila, quien ya lo habría convencido de que es el mejor para continuar con la llamada 4-T.
De acuerdo con las versiones captadas por nuestros sabuesos informativos, lo anterior comenzó a trascender entre grupos de lucha social identificados con Martí Batres Guadarrama y el matrimonio Bejarano Padierna, a quien el senador Monreal les ha aplicado severas tundas políticas, desde diversos frentes, que le han redituado importantes posiciones en el morenismo, aun sin contar con bases como las vienen construyendo aquellos izquierdistas en la Ciudad de México.
Tal vez por ello es que algunos grupos de esas corrientes estén siendo convocados para reunir pruebas que permitan armar un expediente y tenerlo listo, para, en el momento político adecuado, presentarlo a López Obrador y advertirle que con el zacatecano no se la juegan, pues es mucho lo que tienen en su contra.
Las señales que llegan a esta Grilla en el Poder aseguran que la información que difundimos hace algunos días, sobre aquella airada reunión de trabajadores sindicalizados del Senado de la República con directivos administrativos del órgano parlamentario, se han derivado conflictos que ya están llamando poderosamente la atención de quien maneja la oficina de estrategia política en Palacio Nacional, desde donde opera confidencialmente.
En esa ocasión dimos a conocer que trabajadores de dos de los cuatro sindicatos fueron olímpicamente rechazados en una de sus principales demandas planteadas, que es acabar con la corrupción que está llegando a niveles de escándalo histórico.
Los líderes sindicales se habían plantado en una de las oficinas del presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, con el propósito de solicitar un diálogo abierto y que se escucharan sus legítimas demandas.
Sin embargo, el senador morenista se enteró de ese escenario y ordenó al director general de Recursos Humanos, y la segunda de abordo Ruth Berrones, para que acudieran en su lugar.
“Queremos que se acabe de una vez por todas la corrupción que se está anidando en todas las áreas del Senado de la República y se deje de favorecer a Bertha Orozco Márquez, porque sigue disponiendo a su arbitrio de los recursos del sindicato mayoritario, aun cuando ya no trabaja aquí”, les manifestaron a los funcionarios senatoriales.
Fundamentaron sus quejas y denuncias con la documentación que les entregó el Instituto Nacional de Acceso a la Información, INAI, donde se demuestra que el Senado de la República entrega al sindicato de Bertha mucho dinero que, además de no transparentar, no se justifica y solo obedece a las componendas que tiene concertadas con el grupo parlamentario de Morena, desde que este partido político se apoderó del organismo parlamentario.
La improvisada reunión entre trabajadores y directivos solo profundizó la inconformidad y se anuncian más movilizaciones para denunciar todo lo que está saliendo del INAI y que contradicen la honestidad de la que todos los días habla en sus mañaneras el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bueno, pues al parecer el presidente ya se interesó por el asunto y pronto se filtrarán más hechos relacionados con los influyentismos que se operan desde el Senado de la República y que, según se nos hizo llegar la versión, representan un peligro para Morena.
De esto hay mucho que contar.