*En Morena se repite la historia del rancio priísmo
Sabe que perdió la dirigencia nacional de Morena, porque su contrincante fue impuesto desde la mayor instancia del poder, al más puro estilo del rancio sistema político mexicano.
Y recuerda que cuando se hartó de esto protagonizó la creación de otra ruta, abandonó el barco y ayudó a crear otro partido que funcionó, pero dos décadas después se quebró por lo mismo.
Ahora, pese a su edad, anuncia algo similar, pero sin abandonar el barco, pues pretende enderezar el rumbo desde adentro de lo que ayudó a construir hasta llegar a la cima del poder en México, de donde ahora lo quieren echar…
¿Cómo se llamó la obra?: Porfirio Muñoz Ledo y traducido el argumento, el episodio se remonta al inicio del sexenio del priísta Miguel de la Madrid Hurtado, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Ifigenia Martínez y el propio don Porfirio encabezaron la creación de una corriente que llamaron democrática, para erradicar de su entonces partido, el PRI, las formas corruptas de elegir candidatos, pero sobre todo de gobernar el país.
Finalmente, nada pudieron hacer desde el interior de ese partido y junto con miles de seguidores abandonaron ese organismo político para fundar una organización que paulatinamente sumó a millones de simpatizantes que llevó al ingeniero Cárdenas a competir por la Presidencia de la República y la ganó.
Pero como todo mundo sabe, se la robaron con una jugada fraguada desde la secretaría de Gobernación que en ese entonces comandaba el rey de las estrategias políticas, Manuel Bartlett Díaz, ahora profundo adorador del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A la postre, el Partido de la Revolución Democrática que aglutinó a millones de militantes que venían del Partido Comunista, y otras corrientes ideológicas similares, se quebró por los mismos motivos que caracterizaron al rancio priísmo.
Esta historia llega hasta lo que hoy es el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, organización que más rápido de lo que muchos suponían, se comienza a desgajar por el desgano que invade a cada vez más militantes y simpatizantes por la forma en que se maneja a la organización desde Palacio Nacional, aunque muchos no lo vean, otros tantos se hagan los disimulados y la gran mayoría ignore lo que ocurre en morenismo por su fervor al presidente.
Cuestión de reflexionar lo que declaró Muñoz Ledo al periódico El Universal y que publicó el domingo pasado en su primera plana: “No me voy de Morena, a pesar de lo que me han sugerido, incluso, diputados federales, pues estoy planeando encabezar el Movimiento Democrático de Morena, Modem, con el cual buscaré modificar el actuar del instituto y que se constituya como un partido político”…
Así las cosas, ¿alguien puede refutar que son más de lo mismo?
Pero la pregunta que más llama la atención entre el mudillo político, es si a don Porfirio le alcanzará el tiempo y si tendrá la fuerza para luchar contra las terquedades internas a las que en otras ocasiones se ha referido en declaraciones a la prensa.
De esto hay mucho que contar, porque llegan a nuestros sabuesos informativos cosas muy interesantes que sacarán chispas. Estamos pendientes y todo lo planteado aquí que quede para la reflexión.