*Fobias de AMLO contra medios informativos que solo afectó a trabajadores
Desde los albores de su histórico sexenio, que pasará a la historia con más fracasos que aciertos, según lo están documentando las páginas de periódicos, programas de noticias radiofónicas y televisivas, así como portales serios en internet, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se anduvo por las ramas y dejó en claro que sus más acérrimos enemigos durante su mandato serían los medios de información.
Y lo ha cumplido, pues desde que impuso el sistema de información llamado “mañaneras”, el mandatario suelta un día, y el otro también, claras y extensivas señales de que sus fobias contra periódicos y noticieros de radio y televisión datan desde que salió de Tabasco en busca de hacer ruido político a nivel nacional, porque llegó el momento de que esa entidad, donde nació, le quedó chica para su movimiento.
Por ello no tuvo empecho en anunciar que durante todo su gobierno estaría suspendida la exageradamente nutrida publicidad que recibían de los gobiernos anteriores.
Cuestión de reflexionar lo que dijo textualmente en una de sus recientes y cotidianas mañaneras:
“Antes, nosotros estuvimos en la oposición, no nos daban espacio, no podíamos hablar, podíamos llenar el Zócalo en una manifestación de protesta y al día siguiente no aparecía nada en los periódicos.
“Ni decían nada en la radio, y si decían algo, era en contra, de que habíamos acarreado a la gente, de que era pura gente ignorante la que llegaba a nuestras manifestaciones.
“Nadie, nada es nada, ni entrevistas de radio, ni entrevistas de televisión, ni notas en los periódicos, no existíamos para ellos”.
Así las cosas, ¿ahora se entiende por qué el constante “tengan para que aprendan” que lanza don Andrés a sus adversarios, tanto periodistas como políticos?
Y efectivamente, la venganza de López Obrador, aunque en público diga que eso no es su fuerte, pero en privado festeja la pobreza franciscana que aplicó a este gremio desde el inicio de la mal llamada cuarta transformación, está provocando los efectos buscados en contra de todos los medios profesionales y de antigüedad probada, porque es harto conocido el escenario de problemas financieros que registran.
En todas esas empresas se han despedido a reporteros, diseñadores, columnistas y demás personal inherente a la elaboración de los productos que venden noticias y servicios derivados. Hay auténtica pobreza por el desempleo…
Pero contrariamente, hay algunos medios que resultaron beneficiados con las marcadas preferencias publicitarias que asoman, como son los periódicos La Jornada y Basta, donde la jauja se presume sin recato y frente a los cada vez más colegas que andan a la caza de algún empleo.
Es, pues, otro tema que se está documentando para la reseña de la historia del lopezobradorismo, porque queda totalmente claro que esta fobia solo afectó a miles de trabajadores del gremio, porque, a los propietarios de los medios, ni cosquillas les hace por la acomodada posición económica que ostentan.
Que quede para la reflexión.