*Por qué le duele tanto a López Obrador la eliminación del tri
A querer o no, pero con toda razón, al presidente Andrés Manuel López Obrador le está doliendo en lo más profundo de su corazón la rauda eliminación que sufrió México del campeonato mundial de Fútbol.
Y se preguntará usted, grilloso lector, por qué, si al fin y al cabo don Andrés no es aficionado a ese deporte, pues todo el pueblo sabe que su deporte favorito es el beisbol y lo ha practicado desde su adolescencia, con algunos episodios, por cierto, tristes.
Pero el dolor que le causa al inquilino de Palacio Nacional, es que la participación de la selección mexicana en este torneo es la peor de los últimos 44 años, cuando los aztecas fueron eliminados del torneo, que se celebraba en Argentina en 1978, en la primera fase de la contienda deportiva.
Y como se sabe, en esa fecha el presidente de México era José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco, a quien la historia registra haber llorado en la tribuna de la Cámara de Diputados cuando rendía su último informe de gobierno, al tiempo que pedía perdón por no haber cumplido su promesa de sacar de la pobreza que sufría la mayoría del pueblo.
Pero otro dolor que afloró en ese episodio, fue que México estaba sufriendo tremenda fuga de capitales, con lo que López Portillo fundamentó el tronante anuncio que hizo en ese mismo momento que afloró su angustia.
Le dijo a la nación que en ese momento el Ejército mexicano estaba custodiando todas las instalaciones de los bancos, porque en esos instantes estaba decretando la nacionalización de la banca y se establecía rígido el control de cambios.
Otro asunto dramático que la historia caracteriza a ese sexenio lopezportillista, fue que el finado don José dejó a México con la deuda externa más cuantiosa del mundo.
Y como dice don Andrés en sus mañaneras, esto para los jóvenes, porque de que la mal llamada cuatro té del lopezobradorismo está llena de coincidencias, lo está, ya sea para bien, ya sea para mal, y solo es cuestión de acudir a lo que reseña la historia de los sexenios, en donde la obra de este gobierno irremediablemente será almacenada para consulta y la historia lo juzgará.