*Contumelia oficial
En los últimos tres años y fracción hemos ido de la sorpresa al asombro, de la incredulidad a lo inadmisible, de la decepción al hartazgo, cuando nuestras autoridades persisten en la obcecación y contumacia con la pretensión de convencernos de que sólo lo oficial es acertado, y todo lo demás es una equivocación, una afrenta o de plano; un desafío.
Para no ir más lejos, el pasado lunes 4 de abril el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, publicó en El Financiero: “El entorno global está teniendo un impacto altamente negativo en la seguridad alimentaria. A los problemas generados por la pandemia provocada por el Covid-19, se suman los impactos en la producción de alimentos y de insumos para la producción agrícola, causados por la invasión de Rusia a Ucrania”*.
Lo que es cierto, pero como ya es habitual en México nunca hay responsables ni culpables de nada. Todo es producto de la historia reciente o lejana (“36 años de neoliberalismo”), o ellos alegan tener otros datos para justificar su decir, aunque no se muestren ni demuestren.
Además, el funcionario nos informa que el conflicto armado entre esos países va a tener serias repercusiones en las existencias de maíz, trigo y girasol a nivel mundial, al igual que “de nitrógeno, fósforo y potasio, que son esenciales para la producción de fertilizantes”*.
Y no sólo eso, el doctor Villalobos reconoce que “nunca en la historia la humanidad ha acumulado tanto conocimiento, por consiguiente, necesitamos poner en práctica todo ese arsenal para la construcción de una agricultura productiva, sustentable e incluyente y así garantizar la seguridad alimentaria global, aún ante la emergencia de shocks globales como los que estamos padeciendo”*.
Y recomienda muy atinadamente que “para un nuevo ciclo agrícola (de temporal), se está en un excelente momento para que los recursos que se otorgan –sin intermediarios- se inviertan en mejorar la capacidad productiva con buenas prácticas agrícolas, como la compra de abonos orgánicos, semilla mejorada, reparación de implementos agrícolas, pago de créditos, la mejora de la salud de los suelos y el uso responsable del agua, entre otras. Este año se esperan buenos precios para los productores”*.
Ahora bien, lo que no señala el destacado investigador y experto en la materia es ¿por qué? el gobierno actual a contrapelo de lo que él mismo señala y a sabiendas que “55 % de los habitantes de zonas rurales se encuentran en situación de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Incluso, el monto para 2022 está 27 % por debajo del presupuesto asignado a 2019 (73 mil 542 millones de pesos” a esa dependencia).***
Asimismo, sería por demás necesario que se nos dijera ¿por qué en 2021 desaparecieron 17 programas que estaban destinados precisamente a fortalecer a los pequeños productores? como Crédito Ganadero a la Palabra; Fomento Ganadero; Capitalización Productiva Pecuaria; Trazabilidad Individual Ganadera; Estrategias para la Cadena Productiva; Sustentabilidad Pecuaria; Proyectos Estratégicos con Valor Agregado con Ventanilla Federal; Investigación y Desarrollo Tecnológico Pecuario; Repoblamiento de Ganadero Infectado con TB; Repoblamiento de Abeja Reina; Fondo de Contingencia para el Sector Avícola y Porcícola; Fomento a la Ganadería y Normalización de los Productos Pecuarios; Programa de Financiamiento y Aseguramiento del Sector Rural; Agrosemex; Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, Fondo de Capitalización e Inversión Rural y los Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura.
O bien, ¿por qué si en 2019 se aprobaron 4 mil millones para el programa Crédito Ganadero a la Palabra, de los cuales sólo se ejercieron 800 millones; mientras que de los 500 millones aprobados para el Fomento Ganadero no se ejerció ni un solo peso?****
Pero si regresamos a la parte de los fertilizantes no está por demás recordar que “para el caso de los fertilizantes nitrogenados, México importó 2.5 millones de toneladas (MMt) a un costo de 933.4 millones de dólares (mdd), el cual es el monto más alto desde que se tiene registro.
Pero lo notable es que la factura que el país pagó en los primeros 11 meses del 2021, es mucho mayor que la del 2020, año en el que se importaron 2.97 MMt por un valor de 734.6 mdd. Es decir, en el 2021 se pagaron más dólares por cada tonelada de fertilizantes nitrogenados comprada en el exterior”. “Algo similar encontramos con las importaciones de urea, las cuales alcanzaron 650.7 mdd en los 11 meses del 2021 – otro máximo histórico según datos de la Secretaría de Economía – y cuyo volumen fue de 1.5 MMt. Un año antes, México desembolsó 497.3 mdd por 1.9 MMt de urea”**. Por supuesto, la mayoría importado de Rusia, China e Indonesia, por eso estamos tan amiguitos de los rusos.
Así pues, aunque existe un pleno reconocimiento a la destacada trayectoria y capacidad del Dr. Villalobos, resulta en verdad una contumelia oficial los supuestos buenos deseos de parte de nuestras autoridades, que sabedores que toda esa información es fácilmente rebatible se esmeren en hacernos creer que “los productores mexicanos, pequeños, medianos y grandes, sabrán estar a la altura de las circunstancias, como ya lo demostraron”, cuando los apoyos a las instituciones de investigación y a los desarrollos científicos en todas las materias, han sido los más castigados como nunca por esta administración y algunos investigadores perseguidos penalmente.
Para los memoriosos me permito recordarles que contumelia según la Real Academia Española es: “oprobio, injuria u ofensa dicha a alguien en su cara”.
*https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/colaboradorinvitado/2022/04/04/mexico-ante-la-crisis-alimentaria-mundial/
**AdriánDuhalthttps://expansion.mx/opinion/2022/02/21/rusia-importaciones-fertilizantes-mexico.
***https://fundar.org.mx/pef2022/presupuesto-para-el-campo-y-desarrollo-rural/
****http://www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Agencia-de-Noticias/2020/Septiembre/11/6330-El-Gobierno-