*El desbarajuste total
Prácticamente estamos en la última semana de enero del quinto año de gobierno y el panorama nacional nos presenta información que no nos permite hacer pronósticos halagüeños para los meses por venir, sea en el ámbito económico, sanitario, político, ecológico, de seguridad social o prevención de desastres y no hablemos del educativo, científico o tecnológico. Ahí el asunto es catastrófico.
A lo largo de los 48 meses que han transcurrido, hemos sido testigos de asesinatos por millares, escándalos, disputas, querellas, acusaciones, reproches a distintos sectores de la sociedad que afectan por igual a casi todas las áreas del quehacer nacional.
Lo mismo se ha ofendido y descalificado al Poder Judicial, que a los médicos, a los abogados, a los científicos, se desparecieron los dineros de 109 fideicomisos que importaron 135 mil 373 millones de pesos de activos financieros del Fondo de Salud para el Bienestar, Fondo de Desastres Naturales y Conacyt”*.
Tan solo con la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) que administraba Gobernación y el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fopreden) administrado por la Secretaría de Seguridad Pública, se transfirieron 26 mil 519 millones de pesos a la Tesorería de la Federación como parte de su extinción*.
En lo que hace a los fideicomisos para investigación y desarrollo en materia ambiental, educativa, investigación tecnológica, docencia, impulso científico del país, prácticamente los casi 100 fideicomisos estatales, de centros de investigación, Colegios estatales y universidades, todos desaparecieron, algunos tan importantes como los Fondos Mixtos de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica Conacyt con los 32 estados del país.
Y a estas fechas no hay nada que reemplace a ninguno de ellos, cuando está más que demostrado que la principal ancla para permanecer en el subdesarrollo y la desigualdad, con sus consecuencias de precarismo; delincuencia; inseguridad; migración desordenada o forzada, así como la barbarie, es precisamente la falta de educación y desarrollo científico y tecnológico de un país.
Ahora bien, desde ahora el Banco Mundial (BM), fue muy específico al señalar en sus “Perspectivas Económicas Globales, que este será un sexenio perdido para México en crecimiento del PIB. Las cifras y proyecciones indican, además, que se registrará un retroceso del ingreso per cápita y que éste será el gobierno que peores resultados económicos dejará desde 1988”*.
Conforme a esos datos “el sexenio de López Obrador será el de más bajo desempeño económico desde hace 36 años, cuando en medio de la crisis de la deuda el gobierno de Miguel de la Madrid (1983-1988) dejó un crecimiento del PIB de sólo 0.33% anual promedio”. De acuerdo a las proyecciones del BM, “entre 2019 y 2024 la economía de Brasil crecerá, en puntos porcentuales, 3.8 veces más que la mexicana; la argentina, 3.3 veces más, y la de Guatemala ocho veces más”, y ahí le paramos para no avergonzarnos más.
Y aquí se vuelve más que válido preguntar ¿de dónde sacaron la disparatada y peregrina ilusión de querer comparar ya no el servicio de salud, sino pretender cualquier semejanza medianamente lógica con los países nórdicos o escandinavos?
Para explicar por qué los nórdicos tienen la excelencia de servicios que tienen recordaremos que “Dinamarca y Suecia son dos de los países con mayor presión fiscal del mundo: entre el 46% y el 48 por ciento. La Argentina tiene hoy una presión fiscal de alrededor del 34%, un porcentaje cercano sólo al de uno de los países nórdicos: Islandia, donde es del 35 por ciento”***.
Recordemos que en nuestro país, según la OCDE la recaudación tributaria como porcentaje del PIB de México en 2020 (17.9%) estuvo por debajo del promedio de ALC (21.9%), en la edición de ese año de las Estadísticas tributarias de América Latina y el Caribe a 4.0 puntos porcentuales y por debajo del promedio de la OCDE (33.5%).
Querer comparar a México con Dinamarca o Suecia es tan absurdo como pretender encontrar semejanzas entre la India María y Meghan Markle o entre Chespirito y Schwarzenegger.
Mientras las prioridades nacionales estén centradas en proyectos de capricho, sin estudios científicos de largo plazo, sustentables, amigables con el medio ambiente, con planeación y proyectados para el desarrollo de las áreas estratégicas del país y con un amplio beneficio para las nuevas generaciones, que les permita competir en un mundo caracterizado por la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad (VICA) que es el entorno que caracteriza al Siglo XXI, de muy poco servirán las ilusiones de un nacionalismo trasnochado, falaz y retrogrado que sólo ha generado mayor pobreza, estancamiento, enfermedad y muerte, como ya se ha comprobado con más de 711 mil muertes por una pandemia y más de 141mil muertos por asesinatos de 2019 a 2022****.
Bien valdría la pena investigar ¿cómo será recordado el gobierno de la 4T por todas y todos los familiares y deudos de los fallecidos en este insufrible periodo? que bien podríamos denominar “El Sexenio de la Muerte”.
Dudo mucho que se pudiera culpar de esto (como ahora), a los conservadores, a los gobiernos del PRI, PAN, PRD, PVEM y demás siglas que por supuesto han contribuido a que millones de mexicanos tomaran decisiones encolerizadas que llevaron a un ejército de mequetrefes a la toma del poder y por lo visto no lo piensan abandonar tan fácilmente.
Sin importar que tengan que traicionarse, desprestigiarse o medio matarse entre ellos para lograrlo, como ya lo estamos viendo.
*https://www.forbes.com.mx/gobierno-de-amlo-usa-135-mil-mdp-de-los-fideicomisos-desaparecidos/
**https://www.proceso.com.mx/reportajes/2023/1/25/reporte-del-banco-mundial-con-amlo-mexico
***https://chequeado.com/ultimas-noticias/rogelio-frigerio-qargentina-tiene-una-presion-tributaria-equiparable
****https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/