*La guerra según Gila
Esta semana con bombos y platillos se dio a conocer al pueblo bueno y sabio la “nueva” Estrategia de Seguridad que estará vigente durante los próximos seis años, en ella se involucra a la Guardia Nacional (GN), al Ejército mexicano y requiere de “coordinación absoluta en el gabinete de seguridad con los gobiernos de los estados”.
Lo expresado por Omar García Harfuch parece fruto de la buena voluntad para congraciarse con sus jefes o es de una candidez rayana en el chiste cruel.
Desde siempre el Ejército se ha manejado solo, y siempre que ha habido colaboración con otras dependencias las cosas nunca han resultado fáciles, adecuadas o se complican a grado tal que siempre terminan de la peor manera.
Baste como botón de muestra las rijosas relaciones entre los militares con los marinos y los cuerpos de investigación norteamericanos de la DEA, ATF, CBP, CIA, o con las fiscalías locales o la federal.
No hay general que acepte coordinarse con un civil a menos que éste sea el que se subordine y sin chistar obedezca las órdenes que a su vez recibe el general de sus superiores.
Sabe usted cuándo recibió el secretario de la Defensa Nacional o el Procurador General de la República a Adolfo Aguilar Zínzer para elaborar planes conjuntos; nunca. Y esto a pesar que Adolfo era el Consejero de Seguridad Nacional de la Presidencia.
García Harfuch recalcó: “Necesitamos forzosamente un cuerpo como la Guardia Nacional para que brinde el apoyo y el andamiaje a cientos y miles de familias de México, pero también el andamiaje y apoyo adecuado para que brinde el apoyo adecuado a los investigadores y agentes de inteligencia que trabajarán en nuestro país”, dijo al destacar la doctrina militar de la corporación.
Sin embargo, el flamante secretario de Seguridad y Protección Ciudadana parece ignorar deliberadamente que desde hace años en todos los medios se informó que la filtración de información sobre operativos y actividades judiciales o militares contra las bandas o grupos criminales salía precisamente de los propios organismos judiciales o castrenses.
Para mejor muestra baste recordar al tristemente célebre general José de Jesús Gutiérrez Rebollo, quien era el Zar Antidrogas de México y eso de ninguna manera le impidió proteger y auxiliar a su compadre Amado Carrillo Fuentes mejor conocido como el “Señor de los Cielos”.
Y al igual que ha sucedido con muchos mandos militares y policiacos el divisionario fue absuelto de 12 cargos de 14 que tenía en su contra, los únicos que le quedaron fueron por soborno, obstrucción a la justicia y facilitar el transporte de cocaína. Murió en diciembre de 2013.
Quise recordar aquí el caso de Gutiérrez Rebollo porque se ha hablado de la importancia del uso de la inteligencia como si estuvieran descubriendo el huevo tibio. Todo mundo sabe dónde viven los capos, los lugartenientes, sus familias, las buchonas y demás personas directa o indirectamente relacionados con ellos, como en Chilpancingo donde la ex alcaldesa desayunaba frecuentemente con uno de los principales asesinos de la región.
El secretario García Harfuch al igual que su jefa anunciaron la creación del Sistema Nacional de Inteligencia, la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial e “incrementar las capacidades humanas y tecnológicas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y fortalecer el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública con la creación de una Academia Nacional de Seguridad para homologar los planes de estudio, así como de un Modelo de Atención Integral a los Delitos de Alto Impacto para establecer acciones preventivas en coordinación institucional con las fiscalías locales para implementar diagnósticos regionales” (El Universal 9/10/2024).
Para empezar no nos han dicho ¿cuántos millones de pesos va a costar todo eso?, mucho menos ¿quién va administrarlo al igual que conservar y administrar toda esa información, que misteriosamente cada sexenio desaparece? al igual que miles de trabajadores especializados son despedidos sin importar lo delicada que sea el área y sin los beneficios de ley.
No es ningún secreto que desde el pasado 2 de octubre en todo el gobierno federal principalmente en la Secretaría de Gobernación están exigiéndole la renuncia a todo el personal no sindicalizado sin importar el tipo de plaza de que se trate, su antigüedad o especialidad.
Y permítame dudar de lo cándido e inocente de las ambiciones del señor secretario, pero como ya se señaló en verdad ¿cree usted que los 32 gobernadores, 33 fiscales, 2,469 presidentes municipales se van a poner bajo las órdenes de los militares y todos juntos van a trabajar como relojito? porque no creo que los militares, los marinos, fiscales o gobernadores vayan a recibir órdenes de García Harfuch y ni por equivocación el secretario de la defensa o de la marina vayan a recibir órdenes de alguien que no sea la presidenta.
Eso sin contar que existen una bola de intocables; según el artículo 111 de la Constitución “diputados, senadores, los ministros de la SCJN, los magistrados de la Sala Superior del TEPJF, los consejeros de la Judicatura Federal, los secretarios de Despacho, el Fiscal General de la República, así como el consejero Presidente y los consejeros electorales del Consejo General del INE” gozan de Fuero.
No me quiero imaginar cuando uno de los expertos en inteligencia descubra los nexos, vínculos, evidencias o pruebas de colusión en crímenes, malos manejos, corrupción o cualquier otro delito sea expuesto sin que el “mando superior” o la “superioridad” trate de proteger a su vez “por órdenes superiores” a militares, marinos, gobernadores, secretarios de Despacho, fiscales o de quien se trate para divulgarlo o presentarlo ante la justicia.
Además, ¿los señores fiscales, jueces o magistrados podrán decidir libremente condenarlos sin que el alto mando de la inteligencia los enjuicie a ellos por sospecha y se les destituya y aplique la prisión oficiosa? Recordemos que esta es la casa del jabonero; ¡¡donde el que no cae… resbala!!
Este asunto da para mucho más, pero después de la cínica exhibición de los secretarios de la defensa y Seguridad y Protección Ciudadana fotografiados caminando por las calles de Culiacán escoltados por un batallón y un helicóptero artillado para según ellos demostrar que no hay problemas en las calles de esa ciudad no tiene calificativo.
Lo mejor de todo es que los altos mandos de la seguridad en el país ya le avisaron a los narcos, extorsionadores, asesinos y demás criminales que la próxima semana llegarán a los 10 municipios más sangrientos del país para que se pélen cuanto antes.
Miguel Gila fue un cómico polifacético y en sus rutinas presentaba a un soldado que se comunicaba con el enemigo para saber cuáles eran sus planes de ataque (así como aquí), y una de las memorables era cuando el soldado le preguntaba en un teléfono; ¿es el enemigo, sí, ah, pueden parar la guerra un minuto porque no le escucho? Una vez concedido el soldado le pregunta ¿y cuándo piensan atacar? Aah ¡¡el domingo!! ¿y cómo a qué hora? A las siete? No a esa hora es muy temprano, estamos dormidos… Podría ser un poco más tarde… después del futbol? ¿Oiga y cuántos van a atacar? Es que no tenemos balas para todos, mejor nosotros se las aventamos y ustedes se las reparten, ¡¡Vale!!
Así como por acá, sólo espero que las esperanzas y expectativas que ha despertado el comandante García Harfuch no terminen como el ex comandante García Luna.