*Divide y perderás. Existen muchas divisiones en México
Y que conste, no estoy hablando del norte y el sur. O los ricos y los pobres. O los religiosos y los ateos. Tampoco hablo de la “polarización” social.
Todo eso existe cotidianamente en nuestras vidas… Pero hay otras divisiones.
Por ejemplo, están las que vienen de los partidos políticos, que son muy actuales.
En algún momento, con sus divisiones, todos parecen destinados a desparecer… Ya sea por la buena o por la mala.
Un caso reciente —irrebatible— es el del presidente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, quien fue exhibido de manera muy grotesca en los audios que difundió Layda Sansores, gobernadora de Campeche, que lo presentan como un enviciado, adulterado y degenerado político… Un gran corrupto, en toda la extensión de la palabra.
¿Qué pide una mayoría de priistas?: Que Alito renuncie a la presidencia del PRI y deje de considerarse candidato a la presidencia en el 2024.
¿Qué respondió Alito?, algo muy sencillo: “Esas voces quieren dividir al PRI”.
Unos dividen hacia adentro… Otros dividen hacia afuera.
Por si fuera poco, Alito propuso “legalizar el uso de armas en México”, a lo que —más allá de los grupos criminales que las usan cuando quieren, como quieren y donde quieren—, los “abogangsters” transas, como Jesús Hernández Alcocer, estarán felices.
Se dice que González Alcocer asesinó a su esposa Yrma Lydya —cantante— en el restaurante Suntory, donde acostumbraba reservar sus espacios privados para llevar a sus clientes.
Su estrategia era clásica. Se sentaba a la mesa y ponía encima su pistola —con incrustaciones de oro y diamantes— para advertirles a sus clientes si querían llegar a un acuerdo… “Por las buenas o por las malas”.
Otro ejemplo de división es Marko Cortés, dirigente nacional del PAN.
Tras la derrota del PAN en las elecciones de 2022, un numeroso grupo de panistas, se manifestó: “Por dignidad, Marko Cortés debe renunciar a la dirigencia nacional del PAN”.
No sólo eso, también propusieron al PAN abandonar la alianza “Va por México”, con el PRI y el PRD.
Desde 2017 a la fecha, el PAN viene perdiendo gubernaturas y, dice el senador panista Gustavo Madero: “Debemos hacer una reflexión profunda de la estrategia que se está siguiendo, no con el ánimo de golpear a nadie, pero sí de ser autocríticos, sinceros y severos para corregir las cosas a tiempo”.
Los panistas también acusaron a Movimiento Ciudadano (MC) y a Samuel García, gobernador de Nuevo León, de “tener un pacto con AMLO”, para dividir a la oposición.
Es verdad. La oposición en México es prácticamente inexistente y entre todos sus partidos no existe ningún líder de peso que enfrente el crecimiento de Morena.
Morena, con 22 gubernaturas actuales y posiblemente con 24 en el 2023, tiene un amplio margen de maniobra y manejo político en el país.
AMLO ha demostrado una disciplina ejemplar, que nunca habíamos visto. Sus conferencias mañaneras se transformaron en un nuevo estilo de gobierno. Y su ruptura con la prensa tradicional cambió el panorama.
AMLO anunció una intensa campaña contra la corrupción, “que barrería de arriba para abajo”.
No dudo que lo haya conseguido en buena medida… pero no es suficiente.
Ese tipo de corrupción a la que estábamos acostumbrados, ya no existe hoy como tal… O se maneja con otros mecanismos que aún no conocemos.
La corrupción no ha desaparecido. Existe y sobrevive. Hay mucha gente que encontró en el gobierno de la 4T un panorama magnífico para hacer sus negocios.
¿Llegaremos a identificarlos?... Así debe ser.
Por el bien de todos, primero los honestos.
DIVISIONES EN MORENA
Un buen ejemplo para frenar la corrupción desde arriba es el ejemplo de Claudia Sheinbaum en la CDMX.
Televisa quiere construir un complejo comercial —uno más— alrededor del Estadio Azteca.
Hay oposición de algunos de sus habitantes, pero el proyecto existe ya.
Claudia Sheinbaum les pidió a los directivos de Televisa regenerar el CETRAM (Centro de Transferencia Modal) del Estadio Azteca, realizar un programa de bacheo en Tlalpan y cosas similares, además de pagar puntualmente sus derechos y licencias.
No les pidió dinero para ella (como lo hacían los políticos anteriores). Pidió donaciones para la ciudad.
Ya se verá como concluye esa obra.
Claudia Sheinbaum está entre los tres elegidos para buscar la candidatura de Morena en el 2024.
Ella, a diferencia de Marcelo Ebrard o Adán Augusto López —que han pertenecido al PRI, al PRD y hasta el partido verde— sólo está ligada a Morena.
Si se realiza la obra en el estadio Azteca, si se regenera el CETRAM y se hace el bacheo en Tlalpan, serán puntos muy favorables en su carrera política.
No hay duda, Morena está en una posición política muy ventajosa… Pero, dentro de Morena se anuncian divisiones.
John Ackerman, es un ferviente seguidor de AMLO y desde hace un buen tiempo impulsa la “Convención Nacional Morenista”, por toda la República.
Desconoce el liderazgo de Mario Delgado (presidente de Morena) y de la senadora Citlalli Hernández (secretaria general de Morena) y asegura que “representan las viejas prácticas corruptas del pasado”.
Ackerman planea organizar un movimiento social “desde la base”, con la gente que respalda a AMLO para (según él) “garantizar la legitimidad” del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) iniciado por AMLO.
¿Qué pensará Paco Ignacio Taibo II de esta movilización? Debe estar con la base.
Ojalá y triunfen en su petición… Nos urge un partido diferente.
DIVIDIR ES TRAICIÓN
Por su parte, Mario Delgado, líder nacional de Morena, aseguró: “Quien busque dividir al partido por no coincidir con las decisiones de la dirigencia se le acusará de traidor”, (Reforma, 27/VI/2022).
En teoría, el proceso de renovación en Morena es abierto.
En teoría, con ello pretenden evitar la exclusión y los sectarismos.
En teoría, la política necesita tiempo para madurar, como lo ha dicho AMLO.
No hay duda: “Los políticos y los pañales deben cambiarse a menudo por la misma razón”.
¿Para qué servirá una división de Morena paralela a una posible división del PRI y del PAN?
Ya hay demasiados traidores en este país.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Ante cámaras y micrófonos, el Estado reconoce ser la solución… ¿O no?
¡Vientos huracanados!, si no me invitan a cenar al Suntory nos veremos por acá el próximo sábado...
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