Si las señales que captan nuestros sabuesos informativos van en dirección correcta, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pasará a la historia como el más perverso intervencionista en la política interna del Perú…
Y por qué, se preguntará usted, grilloso lector, y le respondemos que el 12 de diciembre del año pasado, 2021, don Andrés anunció, desde su mañanera, que envió a su secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, a ayudar al presidente peruano, Pedro Castillo, en el diseño de programas de combate a la pobreza…
Esto, dado el origen de humildad del mandatario y las presiones a que estaba sujeto por los grupos de las élites económicas y políticas de esa nación…
Solo que, según comienza a trascender en medios conspicuos de México, el inquilino de Palacio Nacional habría dado instrucciones para que se adiestrara a don Pedro para confrontar a los medios de comunicación de su país, estrategia que, según le aconsejaron, le daría rutas de acercamientos para someter a sus adversarios…
¿Será?...
Pronto se sabrá y téngase por seguro que, de ser cierta la especie, habrá consecuencias entre ambos países…