“No vamos a descansar hasta que los culpables del secuestro y asesinato de ciudadanos estadounidenses y hasta que se logre el desmantelamiento de cárteles en esa zona de Matamoros”, palabras textuales del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
El diplomático convocó a conferencia de prensa este viernes, para hacer declaraciones con tono de advertencia dirigida al gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
El tema fue el caso de secuestro de ciudadanos estadounidenses perpetrado en Matamoros, Tamaulipas, y dejar constancia de que su gobierno no cesará hasta lograr justicia para las familias de sus connacionales.
Y para fundamentar la posición del mandatario de ese país del norte de México, Joe Bide, el embajador dijo, una y otra vez, que en su país se fortalece la percepción de que en esa ciudad fronteriza las personas viven con mucho miedo.
“En Matamoros hay muchos lugares donde no podemos nosotros y nuestros empleados ir”, subrayar Salazar, y con ello justificó la demanda de su gobierno de desmantelar los cárteles de la delincuencia organizada en la zona que se conoce como la frontera chica, y así advirtió que en esto deberá ser un trabajo conjunto con el gobierno de México, respetando la soberanía nacional.
Y fue más allá al sentenciar:
“La prioridad más alta para mí es la protección de tres mil 400 trabajadores de la Embajada de Estados Unidos en México, como los que hacen las inspecciones en el estado de Michoacán o en los que trabajan en lugares de Guanajuato o por todos nuestros consulados en el Norte”.
Y para que no quedara duda, reveló que el trabajo en conjunto con el canciller mexicano Marcelo Ebrard Casabón, su equipo y el gabinete de Seguridad, hay la decisión de hacer todo lo posible por proteger al cuerpo diplomático estadounidense.