Con un largo y repetitivo informe de todo lo que cuenta en las mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró, una vez más, que en México ya no hay hambre ni sed de justicia, porque su gobierno reparte dinero a los más pobres y se acabó la impunidad, pues ahora sí se castiga a quienes cometen delitos.
Estas fueron sus palabras textuales al festejar, ante miles de acarreados de casi todo el país:
“Hay apoyos que llegan abajo a 10 millones de familias de los pueblos de México y con los Programas del Bienestar, cuando menos hasta en los momentos más difíciles de la pandemia hemos garantizado que a la gente no le falte lo básico. No ha habido hambre y por eso se ha mantenido la paz y ha permanecido encendida la llama de la esperanza.
“¡Al carajo con todo lo que dicen los conservadores! Todo el apoyo es de abajo hacia arriba. El plan de austeridad republicana o el criterio de que no debe de haber gobierno rico con pueblo pobre, así como no permitir la corrupción en contratos de obras y servicios nos ha permitido ahorrar 574 mil millones de pesos.
Una, que me llamó mucho la atención y que me hizo muy feliz, es que la mayoría de los que participaron en la marcha son jóvenes. Hay relevo generacional.
Se cancelaron los fideicomisos innecesarios y opacos, y con ello se recuperaron 132 mil millones de pesos. No hay fugas de dinero y se evita el contrabando, el tráfico de drogas, sobre todo las químicas, metanfetaminas que están entrando por los puertos del Pacífico. Y está haciendo muy buena labor la Secretaría de Marina. Y también en todas las aduanas estamos cuidando la introducción, el contrabando de armas.
No se permite la violación de derechos humanos. La autoridad no es cómplice, encubridora y ejecutora de torturas y masacres. El que comete un delito tiene que ser castigado. La ley se aplica por parejo. La corrupción no se tolera ni hay impunidad para nadie. Se acabaron los privilegios fiscales.
Las manifestaciones de protestas son pocas, México hoy es santuario de las libertades”.
27/11/22