Con una docena de petardos
Por Miguel Anguiano
El Senado de la República fue “bombardeado” este martes con una docena de petardos que dispararon algunos de los padres de estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, quien fabricó una verdad histórica, pero que se prolongó con engaños en el sexenio del morenista Andrés Manuel López Obrador.
Es la primera vez en la historia del Senado de la República desde que existe en la esquina de Reforma e Insurgentes, hace poco más de una década, que es agredido con este tipo de artefactos, uno de los cuales alcanzó la ventana de una senadora morenista, quien, según dijo a sus jefes de partido, que resultó herida en el ojo derecho.
Los hechos ocurrieron al filo de la tres de la tarde, donde los padres que no se cansan de buscar la verdad que les permita saber el paradero de sus hijos, se irritaron al toparse, primeramente, con el indestructible blindaje que ordenó la Guardia Nacional instalar en los alrededores de las calles que convergen a la Secretaria de Gobernación, para evitarles el paso.
Posteriormente, los padres y madres del caso Ayotzinapa intentaron llegar a la Cámara de Diputados, pues estaban en busca de un lugar representativo de los gobiernos que los han engañado con llegar a la verdad, pero también se toparon con la misma fortaleza y extendido blindaje con muros de fierro y concreto que en otros sexenios pocas veces se ha establecido.
De ahí se trasladaron al Senado de la República con la misma intención de protestar y plantarse para hacer notar los 10 años que se cumplirán en los próximos días de estar sometidos a una y otra versión, hasto conocidas por caso todo el pueblo, pero también se toparon con el indestructible blindaje, solo que menos extendido y esto les permitió la aproximación desde donde dispararon los petardos, impulsados con sus brazos.
Los artefactos provocaron estruendoso estallido que sacudió ventanas y despidió humo con olor a pólvora, lo que inyectó temor al presidente de la mesa directiva, el petista-morenista Gerardo Fernández Noroña, quien solicitó la presencia en el interior del Senado al grupo “Zorros” de la policía de la Ciudad e México, para que con sus potentes escudos establecieran el corresondiente operativo de protección a los “representantes del pueblo”.