El presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que el caso de Rosario Robles es un proceso que tiene la Fiscalía General y reiteró que por su parte no ha movido un dedo para perseguir a alguien, pues su fuerte no es la venganza y se trata de asuntos que ya tenían carpetas de investigación desde antes de que él llegara a la Presidencia.
Así respondió a la pregunta que le hicieron durante la mañanera de este jueves: “Nosotros hicimos un compromiso de que no íbamos a desatar la persecución, que no es mi fuerte la venganza, ayer lo dije, ni siquiera a los que nos hicieron mucho daño, no sólo el daño personal, no sólo porque me robaron la Presidencia, sino porque por ese fraude hundieron al país.
“Si no se hubiese llevado a cabo el fraude del 2006, no estaría el país como está. Ese fraude causó muchísimo daño, porque impusieron a Calderón y su primera decisión, su primer acto fue declarar la guerra al narcotráfico, sin tener elementos, sin saber del porqué de la inseguridad y de la violencia, sin atender las causas, fue pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero, y eso desató esta violencia que todavía se padece, muertos, fosas clandestinas, desaparecidos, por el fraude del 2006.
“Entonces, ni contra ellos. No odiamos, ni somos rencorosos, además, eso no resuelve nada. Lo que estamos pensando es, a ver, veamos hacia adelante, punto final, y que nosotros actuemos de otra manera, con ética, con honestidad, con principios, con ideales, y que inauguremos una etapa nueva, que llevemos a cabo entre todos la Cuarta Transformación de la vida pública del país.
“Entonces, nada de consigna para afectar a nadie-Pero la fiscalía es autónoma, eso era lo que querían los conservadores, no sé porque ahora están cambiando de parecer, ¿qué no hablaban de la autonomía como una opción que ya no dependiera el fiscal o el procurador del presidente?
“Pues ya existe esa autonomía y los procesos que están en curso los está atendiendo la fiscalía”.