México puede convertirse en referente en la solución de problemas agropecuarios de América Latina y de otras economías del mundo, lo que redundaría en el gran problema de la migración, afirmó la representante del Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Lina Pohl Alfaro.
Durante la presentación del Informe en español OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2019-2028. Enfoque especial: América Latina, refirió que este fondo está al servicio de los países en donde tiene presencia con toda su capacidad técnica y política de análisis de lo que sucede en otras regiones del mundo.
“No somos sino un servidor de gobiernos, de las cámaras de diputados, de sociedades de los países en donde estamos ubicados y la finalidad de ustedes y la nuestra es absolutamente coincidente: abordar los retos que se presentan en el informe”.
Dijo que el documento identifica los riesgos en los mercados agrícolas; incluye la propagación de posibles enfermedades animales y eventos extremos como las tensiones en las relaciones comerciales de varios países.
El aumento de la producción de alimentos, continuó, está más allá del crecimiento de la demanda. “Pero cuidado, porque lo que estamos viendo en algunos países es un crecimiento de productos y también del consumo de alimentos procesados, generando otros graves problemas de salud, malnutrición, obesidad y sobrepeso”.
Añadió que el informe contiene pronósticos a 10 años, en cuanto a producción y demanda de alimentos (cereales, pescados, mariscos, granos básicos); las tendencias de los mercados, cómo se van a comportar los precios, cuáles serán las variables que incidirán en ese aumento de la productividad, de tal manera que se puedan advertir los riesgos que se enfrentarán.
Aclaró que no incorpora situaciones como la desaceleración económica mundial. “Se ha pronosticado que podría haber una crisis económica mundial, y eso alteraría el tema de precios y la productividad”.
Además, dijo, permite conocer lo que otros países están haciendo, los problemas que enfrentan y cuáles van a ser las tendencias.
El informe tiene una evaluación consensuada de las perspectivas a 10 años para los mercados de productos básicos agrícolas y pesqueros a escala regional, nacional e internacional
Se indica que la población mundial continuará consumiendo cantidades crecientes de estos productos básicos agrícolas, y en la próxima década gran parte de la demanda adicional provendrá de regiones con un alto crecimiento demográfico como África Subsahariana, África del Norte, la India y Medio Oriente.
Este año el informe se centra en América Latina y el Caribe, región abundante en tierra y agua que representa 14 por ciento de la producción mundial y 23 por ciento de las exportaciones mundiales de productos básicos agrícolas y pesqueros.
A pesar de este crecimiento de la región, Latinoamérica se enfrenta a desafíos en materia de seguridad alimentaria, pues muchos hogares no pueden costearse los alimentos que necesitan; además, enfrenta retos crecientes en materia de recursos naturales.
Se indica que garantizar una senda más sostenible e inclusiva para el futuro crecimiento agrícola dependerá de los avances en nutrición, protección social, ambiental y apoyo a medios de subsistencia.
Agrega que las políticas focalizadas podrían ayudar a agricultores y consumidores a aprovechar estas oportunidades y proteger la base de sus recursos naturales.
El documento prevé que el crecimiento de la producción se desacelerará durante la siguiente década, pero con un incremento del 22 por ciento de cultivos y de 16 por ciento en los productos ganaderos, será de siete y dos puntos porcentuales respectivamente, más rápido que el promedio mundial.
El aumento de exportaciones limitará la desaceleración de la producción y eso resaltará la importancia para los países latinoamericanos y caribeños de la apertura del comercio mundial. En 2028 la región representará más de 25 por ciento de exportaciones mundiales de productos agrícolas y pesqueros, lo cual destaca la importancia de la apertura comercial en el ámbito nivel internacional.
Señala que varios gobiernos tendrán que invertir para mejorar el desempeño en materia ambiental y reducir la erosión del suelo, la deforestación y las emisiones derivadas de la producción agrícola.
El incremento en cultivos de frutas y verduras de alto valor brinda oportunidades a pequeños productores, pero las políticas deberán diferenciarse de acuerdo con la asignación de recursos y su potencial de mercado.
Añade que, ante la feminización de la actividad agrícola en la región, es necesario dirigir la atención a las mujeres agricultoras para mejorar su acceso a la educación, al crédito y servicios de extensión agrícola.
Reconoce que la seguridad alimentaria es un problema para la región, pues muchos hogares no pueden costear la comida que necesitan y como la pobreza extrema ha aumentado desde 2015, se debe garantizar el incremento de los ingresos en las comunidades más pobres.
Explica que en la región hay un aumento de obesidad y sobrepeso, lo que representa un problema de salud pública cada vez mayor.