El proceso de urbanización deriva en escenarios con condiciones ambientales distintas a las naturales, pero las áreas verdes (jardines, campos deportivos, parques, bosques y reservas) dentro o en los alrededores de una ciudad pueden jugar un papel fundamental como hábitat para diversas especies, además de brindar numerosos y diversos beneficios a los habitantes urbanos, dijo el investigador Ian MacGregor Fors, adscrito al Instituto de Ecología A.C.
La cobertura vegetal de la capital del estado de Veracruz, Xalapa, es de aproximadamente 40% del territorio de la ciudad. Dentro de ésta se ha registrado gran biodiversidad, como es el caso de las aves. En las últimas tres décadas se han reportado 341 especies de ellas, cantidad que representa aproximadamente 31% de la avifauna del país. Estos datos muestran, agregó el investigador, el tipo de diversidad biológica que existe en zonas urbanas del sureste mexicano.
MacGregor Fors, ganador del Premio de Investigación para científicos jóvenes 2019, de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en el área de ciencias naturales, junto con sus colaboradores, ha convertido a Xalapa en un auténtico laboratorio de estudio de la respuesta de diversos grupos taxonómicos a la urbanización.
En este sentido, uno de los proyectos que el investigador co-coordinó, se enfocó en evaluar la riqueza y composición de especies de diez grupos taxonómicos en seis espacios verdes de la ciudad de Xalapa con diferente tamaño y ubicación. Los grupos estudiados fueron: plantas, dos tipos de hongos (ascomicetos y basidiomicetos), hormigas, saltamontes, escarabajos copronecrófagos, mariposas, anfibios, aves y murciélagos.
Entre los resultados obtenidos está que, en dos áreas verdes, las de mayor tamaño y localizadas casi en el borde de la ciudad, se alberga mayor biodiversidad. Sin embargo, en los parques de menor tamaño y situados hacia la parte central también se encontraron diversas especies de los grupos taxonómicos muestreados, de tal forma que en conjunto todos estos espacios hacen de Xalapa una ciudad biodiversa, lo que es similar a lo que ocurre en los sistemas de áreas verdes de la mayoría de las ciudades.
Otros hallazgos del proyecto incluyen: descripciones de nuevas especies, nuevos registros para el estado de Veracruz, registros de organismos especialistas de bosques en la ciudad, entre otros. “Esto es una muestra de que todavía falta mucho por conocer de la biodiversidad biológica de las ciudades y una de las razones para llevar a cabo más esfuerzos de ecología urbana en el país”, destacó el integrante de la AMC.
La información generada en estudios de ecología urbana, resaltó el investigador, es útil en la toma decisiones y la aplicación de políticas de manejo y planeación urbana, en las cuales no sólo intervienen distintas autoridades gubernamentales, sino también los ciudadanos que asumen la toma de decisiones a nivel de su vivienda y, en ocasiones, de su colonia o barrio.
“En el laboratorio que encabezo se genera información científica robusta de la mano de la formación de recursos humanos de la más alta calidad, buscando brindar información útil en los procesos de manejo y planeación de las ciudades mexicanas. No cabe duda de que mientras más comprendamos a la biodiversidad urbana, estaremos más cerca de establecer un equilibrio entre nuestra calidad de vida y nuestros efectos ecológicos”, finalizó.