Sigue el suspenso militar
Una vez que ya se veían perdidos por la imposibilidad de alcanzar las tres cuartas partes de sufragios, el líder de los morenistas, Ricardo Monreal Ávila, operó con argucias parlamentarias del pasado y logró que se suspendiera la sesión de este miércoles donde se votaría la ampliación del tiempo de militares a cargo de la seguridad pública.
La maniobra consistió en elaborar una moción (documento) en el que los integrantes de la comisión que tiene a su cargo el análisis de la reforma constitucional que propone aplazar hasta el 2028 la permanencia de la Guardia Nacional en tareas de policía en todo el país.
Pero la torpeza con que se presentó el documento ante la mesa directiva del Senado de la República, en el momento mismo de la sesión, obligó a los operadores de Monreal a presentar una segunda moción con los requisitos que exige el reglamento parlamentario, lo que de inmediato fue puesto de manifiesto por los senadores panistas, perredistas y de Movimiento Ciudadano.
El presidente del Senado, Alejandro Armenta Mier, en un principio reconoció que el primer documento fue recibido, foliado y publicado en la gaceta, con lo que prácticamente le dio validez y trámite para ponerlo de conocimiento al pleno.
Sin embargo, dos horas más tarde los morenistas volvieron a presentar el mismo documento con los añadidos necesarios, incurriendo con ello en clara violación a la norma, porque no se puede presentar una misma moción destinada a un trámite similar.
Así se inició otro debate que enfrentó a ambos bandos, pero al final se puso a votación para que el pleno decidiera si el dictamen de la reforma constitucional se devolviera a comisiones para continuar con el análisis del contenido o se pusiera a votación definitiva en ese momento, como estaba contemplado para esta sesión.
Obviamente que al tratarse de una votación para trámite administrativo, solo se requirió de mayoría simple y el documento fue devuelto a comisiones para supuesta ampliación de análisis, cuando en realidad el senador Monreal seguirá a la caza de los once votos que necesita para hacer realidad la reforma constitucional que tanto le interesa al presidente Andrés Manuel López Obrador y tratará de conseguirlos solo entre priístas, porque del PAN ya nadie será cazado y mucho menos de Movimiento Ciudadano y PRD.