En el Senado de la República aumenta la irritación de trabajadores con más de dos décadas de antigüedad, porque a lo largo de este sexenio han sido testigos de uno de los más brutales abusos con el dinero del pueblo.
La historia comienza desde la llegada del senador morenista Ricardo Monreal Ávila al control absoluto del órgano parlamentario, a quien, según lo han confirmado nuestros sabuesos informativos, se le investiga por la conratación de más de 800 portales en las redes y un largo y jugoso contrato que firmó con el periódico unomasuno para salir, durante casi tres años consecutivos, en primera plana con nota informativa y fotografía.
De esto también han sido testigos los trabajadores con mayor antigüedad que llevan puntualmente dcumentada esta historia parlamentaria que en su momento la harán pública por el daño económico que han sufrido con la llegada del morenismo.
Por lo pronto, a nuestros sabuesos informativos comienzan a llegar quejas y expresiones como las siguientes que reflejan el descontento que prevale en el Senado:
“La misma discriminación de siempre. Nadamas bono de fin de legislatura a trabajadores de base y, claro, también a cada senador que se llevará tres millones de pesos cada uno. No tienen madre.
“En el senado hay trabajadores de abajo, de enmedio y los de base. Los de abajo trabajamos doce o más horas sin ninguna remuneración. Los de base 6 u 8 horas y los demás trabajamos parecemos apestados”.
Así son las expresiones de cada vez más empleados en este órgano parlamentario, inconformidad que se suma a las que hemos reseñado desde hace seis años en las páginas de esta Grilla en el Poder.