Conscientes de que les toca organizar, vigilar y calificar las elecciones más importantes de la historia de México, el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, y la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Janine M. Otálora Malassis, hacen un llamado a no permitir que diferencias propias de procesos electorales, con frecuencia ríspidos, afecten nuestra convivencia como sociedad y piden a los 89 millones de ciudadanos en edad de votar, salgan a cumplir con la obligación cívica de sufragar. Aquí las palabras textuales de ambos funcionarios:
Conscientes de que les toca organizar, vigilar y calificar las elecciones más importantes de la historia de México, el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, y la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Janine M. Otálora Malassis, hacen un llamado a no permitir que diferencias propias de procesos electorales, con frecuencia ríspidos, afecten nuestra convivencia como sociedad y piden a los 89 millones de ciudadanos en edad de votar, salgan a cumplir con la obligación cívica de sufragar. Aquí las palabras textuales de ambos funcionarios:
Consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Estimadas compañeras y compañeros de los medios de comunicación y a la opinión pública, en general. México cuenta con un diseño constitucional que, en materia electoral, permite la organización de elecciones libres y justas.
Este mandato a procurar las garantías fundamentales de nuestra democracia recae principalmente en dos instituciones del Estado mexicano, que son el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Instituto Nacional Electoral.
Desde septiembre pasado inició, como saben, formalmente el proceso electoral que llega a su punto culminante el próximo primero de julio y, eventualmente, a su conclusión definitiva el 6 de septiembre, cuando el Tribunal Electoral califique la elección presidencial.
Ambas instituciones hemos hecho prioritario el informar y explicar todas aquellas decisiones y resoluciones encaminadas a garantizar que la ciudadanía pueda votar en libertad el próximo domingo.
Se trata de instituciones con una probada experiencia en la organización y calificación de las elecciones en nuestro país y que hoy están alineadas en torno a un propósito común: garantizar que la voluntad popular se exprese en las urnas el próximo primero de julio, en un marco pleno de libertad y legalidad.
En el contexto del Proceso Electoral Federal 2017-2018, ello ha significado una tarea monumental para ambas instituciones. La organización de las elecciones más grandes de nuestra historia contempla un amplio rango de decisiones y resoluciones que ha tenido que tomar el INE y que, en todos aquellos casos en donde han sido impugnadas, han sido puntualmente revisadas por el Tribunal Electoral.
Es claro que la legislación electoral puede ser interpretada de maneras distintas, en ocasiones incluso encontradas, respecto a la naturaleza jurídica que funda distintos procedimientos administrativos que la autoridad encargada de organizar las elecciones, como el INE, lleva a cabo.
En este sentido, está claro que nunca hubo, no hay y no habrá conflicto entre nuestras instituciones. Cualquier diferencia de opiniones o interpretación de las normas debe verse como lo que es, el resultado de un debate vigoroso que tiene un único objetivo: perfeccionar nuestro sistema electoral y garantizar el ejercicio de los derechos de todas las personas.
Las estadísticas de las impugnaciones recibidas por el Tribunal Electoral también demuestran que, efectivamente y quizá contrario a la percepción generalizada, el centro de atención de la justicia electoral en este proceso ha sido, hasta el momento, la defensa de derechos.
De los siete mil 750 asuntos recibidos hasta ahora, el 40 por ciento de ellos relacionado con los procesos federales, la gran mayoría, cuatro mil 508, se han recibido bajo la figura del juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano.
Esto quiere decir que la mayoría de los asuntos que ha resuelto el Tribunal Electoral no han sido para dirimir controversias entre partidos políticos o para analizar las decisiones del Instituto Nacional Electoral; sino, precisamente, para defender las libertades y los derechos político-electorales de las ciudadanas y los ciudadanos. De esta manera, podemos decir que la justicia electoral se está consolidando como una justicia ciudadana.
Desde el punto de vista de la organización electoral y la instrumentación de un sistema electoral de garantías, esta elección es inédita y ejemplar por muchos sentidos.
Por tercera ocasión, tendremos votación de mexicanos residentes en el extranjero para la Presidencia y, por primera vez, para senadurías, así como para otros cargos locales. Un total de 181 mil 256 mexicanos que viven en otros países recibieron su paquete electoral para votar y de ellos, hasta el día de ayer, el INE ha recibido 97 mil 440 votos, casi tres veces más que los recibidos en 2006 y más del doble de los votos recibidos en 2012.
El mismo día, comento que, hasta mañana en la noche se seguirán recibiendo estos paquetes electorales para que el próximo domingo primero de julio sean escrutados.
Efectivamente, el mismo día de la Jornada Electoral, a partir de las 17:00 horas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, se instalarán 256 mesas de casillas donde se contarán estos votos.
Ésta, será una de las elecciones también más vigiladas en los tiempos recientes. El día de la elección, tendremos la observación oficial por parte de la Organización de los Estados Americanos, así como de 907 visitantes extranjeros provenientes de 60 países y de más de 30 mil observadores electorales nacionales. Las elecciones más observadas y, por ende, más vigiladas de los tiempos recientes.
Más aún, se estima que los partidos políticos y coaliciones tendrán alrededor de dos millones 700 mil representantes vigilando la operación de casillas que, como ustedes saben, reciben y cuentan los votos a cargo de ciudadanas y ciudadanos sorteados y capacitados para tal efecto.
Ellos, son la mejor garantía de que la voluntad popular expresada en las urnas en cada una de las casillas será respetada puntualmente.
Magistrada presidenta.
Magistrada presidenta del TEPJF, Janine M. Otálora Malassis: Muchas gracias.
Muy buenos días a todos, a todas y a todos, agradezco su presencia en gran número a esta conferencia.
Para estas elecciones el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral, establecimos criterios y acciones afirmativas para que partidos y coaliciones cumplieran con el principio de paridad entre géneros y para garantizar fórmulas integradas por candidatos y candidatos indígenas en al menos 13 distritos en los que la población indígena es mayor al 60 por ciento del total.
Estos criterios y acciones, productos de la interpretación que el Tribunal Electoral y el Instituto Nacional Electoral hicieron de la legislación, han contribuido a que en esta elección los partidos y coaliciones hayan postulado 40 mil 143 mujeres candidatas para gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos; es decir, 50.4 por ciento del total de las candidaturas locales.
En el ámbito federal, se registraron mil 752 candidatas para la Cámara de Diputados y el Senado, lo que representa 50.1 por ciento del total.
En materia de representación indígena, para esta elección, se registraron 44 fórmulas, una de ellas, hay que señalar que es independiente, y el resto es de partidos y de coaliciones, en distritos federales indígenas.
De estas fórmulas el 47 por ciento son mujeres y el resto son hombres.
En esta elección compiten por algún cargo del ámbito federal, 46 ciudadanas y ciudadanos por la vía independiente, y a nivel local, contienden 581 ciudadanas y ciudadanos por esta misma vía.
Las candidaturas independientes han llegado a México para quedarse.
El próximo 1° de julio, millones de mexicanas y mexicanos podrán ejercer su voto de manera libre. Todas las garantías para que ello ocurra, están dadas.
Gracias al trabajo de las autoridades electorales y reconozco aquí el trabajo del Instituto Nacional Electoral, cuya calidad demuestra que llegamos en paz electoral para esta jornada del 1° de julio.
Muchas gracias, presidente consejero.
Pero indudablemente esto se logra también, gracias a la participación de 1.4 millones de ciudadanas y ciudadanos que actuarán como funcionarios de casilla, y a quienes decidan ir a votar el próximo domingo.
Así, los alcances y la magnitud de esta elección reflejados en el número de cargos que vamos a elegir constituyen un hecho único.
Son una oportunidad que tenemos como ciudadanas y ciudadanos, para definir nuestro futuro.
El voto que emitamos este domingo es fundamental y significativo, es la decisión que dibujará el rumbo de nuestro país, para los próximos años.
Acudiendo a las urnas, haciendo de este domingo una verdadera fiesta ciudadana, podremos mejorar nuestras instituciones fortalecer la representación y la democracia, definir las políticas públicas y el futuro que queremos alcanzar como nación.
Es ante la ciudadanía y los actores políticos que tanto el Instituto Nacional Electoral, como el Tribunal Electoral reiteramos nuestro compromiso y obligación para cumplir cabalmente nuestras tareas y responsabilidades.
Queremos que las y los mexicanos voten en libertad, y que lo hagan amparados por una organización impecable y una justicia electoral imparcial, neutral y expedita.
Finalmente, queremos reiterar que el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral han hecho todo para lograr que el voto se respete.
Queremos decirle a todas las mexicanas y a todos los mexicanos que salgan a votar en libertad por las opciones que más les convenzan. Que tengan confianza de que su decisión será respetada, y que es solamente en democracia en donde las y los ciudadanos podemos ejercer nuestra libertad.
Recordemos que en una democracia la única mala decisión es la de no participar.
Salgamos este domingo a emitir nuestro sufragio por la opción u opciones que generen en nosotros convicción.
Tengamos claro, además, que la democracia no se agota el día de la jornada electoral. Este sistema electoral va mucho más allá de la elección de los gobernantes para convertirse en el garante de nuestros derechos y libertades, en un mecanismo de convivencia social, en un modo de vida que garantiza la igualdad y la libertad.
Por ello, debemos llevar esta pasión e interés con los que vivimos este proceso electoral para las siguientes semanas, meses y años.
Exijamos cuentas a nuestros representantes, demandemos solución de problemas que nos aquejen y trabajemos todos a favor de la sociedad.
Así que, desde este lugar tan simbólico, desde el Museo Memoria y Tolerancia, llamamos a que este valor tan necesario en una sociedad democrática, plural y diversa, como la nuestra, nos acompañe en la etapa poselectoral.
No permitamos que diferencias propias de procesos electorales, con frecuencia, ríspidos afecten nuestra convivencia como sociedad.
Muchas gracias y a votar todas y todos, este domingo, sin falta.Consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Estimadas compañeras y compañeros de los medios de comunicación y a la opinión pública, en general. México cuenta con un diseño constitucional que, en materia electoral, permite la organización de elecciones libres y justas.
Este mandato a procurar las garantías fundamentales de nuestra democracia recae principalmente en dos instituciones del Estado mexicano, que son el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Instituto Nacional Electoral.
Desde septiembre pasado inició, como saben, formalmente el proceso electoral que llega a su punto culminante el próximo primero de julio y, eventualmente, a su conclusión definitiva el 6 de septiembre, cuando el Tribunal Electoral califique la elección presidencial.
Ambas instituciones hemos hecho prioritario el informar y explicar todas aquellas decisiones y resoluciones encaminadas a garantizar que la ciudadanía pueda votar en libertad el próximo domingo.
Se trata de instituciones con una probada experiencia en la organización y calificación de las elecciones en nuestro país y que hoy están alineadas en torno a un propósito común: garantizar que la voluntad popular se exprese en las urnas el próximo primero de julio, en un marco pleno de libertad y legalidad.
En el contexto del Proceso Electoral Federal 2017-2018, ello ha significado una tarea monumental para ambas instituciones. La organización de las elecciones más grandes de nuestra historia contempla un amplio rango de decisiones y resoluciones que ha tenido que tomar el INE y que, en todos aquellos casos en donde han sido impugnadas, han sido puntualmente revisadas por el Tribunal Electoral.
Es claro que la legislación electoral puede ser interpretada de maneras distintas, en ocasiones incluso encontradas, respecto a la naturaleza jurídica que funda distintos procedimientos administrativos que la autoridad encargada de organizar las elecciones, como el INE, lleva a cabo.
En este sentido, está claro que nunca hubo, no hay y no habrá conflicto entre nuestras instituciones. Cualquier diferencia de opiniones o interpretación de las normas debe verse como lo que es, el resultado de un debate vigoroso que tiene un único objetivo: perfeccionar nuestro sistema electoral y garantizar el ejercicio de los derechos de todas las personas.
Las estadísticas de las impugnaciones recibidas por el Tribunal Electoral también demuestran que, efectivamente y quizá contrario a la percepción generalizada, el centro de atención de la justicia electoral en este proceso ha sido, hasta el momento, la defensa de derechos.
De los siete mil 750 asuntos recibidos hasta ahora, el 40 por ciento de ellos relacionado con los procesos federales, la gran mayoría, cuatro mil 508, se han recibido bajo la figura del juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano.
Esto quiere decir que la mayoría de los asuntos que ha resuelto el Tribunal Electoral no han sido para dirimir controversias entre partidos políticos o para analizar las decisiones del Instituto Nacional Electoral; sino, precisamente, para defender las libertades y los derechos político-electorales de las ciudadanas y los ciudadanos. De esta manera, podemos decir que la justicia electoral se está consolidando como una justicia ciudadana.
Desde el punto de vista de la organización electoral y la instrumentación de un sistema electoral de garantías, esta elección es inédita y ejemplar por muchos sentidos.
Por tercera ocasión, tendremos votación de mexicanos residentes en el extranjero para la Presidencia y, por primera vez, para senadurías, así como para otros cargos locales. Un total de 181 mil 256 mexicanos que viven en otros países recibieron su paquete electoral para votar y de ellos, hasta el día de ayer, el INE ha recibido 97 mil 440 votos, casi tres veces más que los recibidos en 2006 y más del doble de los votos recibidos en 2012.
El mismo día, comento que, hasta mañana en la noche se seguirán recibiendo estos paquetes electorales para que el próximo domingo primero de julio sean escrutados.
Efectivamente, el mismo día de la Jornada Electoral, a partir de las 17:00 horas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, se instalarán 256 mesas de casillas donde se contarán estos votos.
Ésta, será una de las elecciones también más vigiladas en los tiempos recientes. El día de la elección, tendremos la observación oficial por parte de la Organización de los Estados Americanos, así como de 907 visitantes extranjeros provenientes de 60 países y de más de 30 mil observadores electorales nacionales. Las elecciones más observadas y, por ende, más vigiladas de los tiempos recientes.
Más aún, se estima que los partidos políticos y coaliciones tendrán alrededor de dos millones 700 mil representantes vigilando la operación de casillas que, como ustedes saben, reciben y cuentan los votos a cargo de ciudadanas y ciudadanos sorteados y capacitados para tal efecto.
Ellos, son la mejor garantía de que la voluntad popular expresada en las urnas en cada una de las casillas será respetada puntualmente.
Magistrada presidenta.
Magistrada presidenta del TEPJF, Janine M. Otálora Malassis: Muchas gracias.
Muy buenos días a todos, a todas y a todos, agradezco su presencia en gran número a esta conferencia.
Para estas elecciones el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral, establecimos criterios y acciones afirmativas para que partidos y coaliciones cumplieran con el principio de paridad entre géneros y para garantizar fórmulas integradas por candidatos y candidatos indígenas en al menos 13 distritos en los que la población indígena es mayor al 60 por ciento del total.
Estos criterios y acciones, productos de la interpretación que el Tribunal Electoral y el Instituto Nacional Electoral hicieron de la legislación, han contribuido a que en esta elección los partidos y coaliciones hayan postulado 40 mil 143 mujeres candidatas para gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos; es decir, 50.4 por ciento del total de las candidaturas locales.
En el ámbito federal, se registraron mil 752 candidatas para la Cámara de Diputados y el Senado, lo que representa 50.1 por ciento del total.
En materia de representación indígena, para esta elección, se registraron 44 fórmulas, una de ellas, hay que señalar que es independiente, y el resto es de partidos y de coaliciones, en distritos federales indígenas.
De estas fórmulas el 47 por ciento son mujeres y el resto son hombres.
En esta elección compiten por algún cargo del ámbito federal, 46 ciudadanas y ciudadanos por la vía independiente, y a nivel local, contienden 581 ciudadanas y ciudadanos por esta misma vía.
Las candidaturas independientes han llegado a México para quedarse.
El próximo 1° de julio, millones de mexicanas y mexicanos podrán ejercer su voto de manera libre. Todas las garantías para que ello ocurra, están dadas.
Gracias al trabajo de las autoridades electorales y reconozco aquí el trabajo del Instituto Nacional Electoral, cuya calidad demuestra que llegamos en paz electoral para esta jornada del 1° de julio.
Muchas gracias, presidente consejero.
Pero indudablemente esto se logra también, gracias a la participación de 1.4 millones de ciudadanas y ciudadanos que actuarán como funcionarios de casilla, y a quienes decidan ir a votar el próximo domingo.
Así, los alcances y la magnitud de esta elección reflejados en el número de cargos que vamos a elegir constituyen un hecho único.
Son una oportunidad que tenemos como ciudadanas y ciudadanos, para definir nuestro futuro.
El voto que emitamos este domingo es fundamental y significativo, es la decisión que dibujará el rumbo de nuestro país, para los próximos años.
Acudiendo a las urnas, haciendo de este domingo una verdadera fiesta ciudadana, podremos mejorar nuestras instituciones fortalecer la representación y la democracia, definir las políticas públicas y el futuro que queremos alcanzar como nación.
Es ante la ciudadanía y los actores políticos que tanto el Instituto Nacional Electoral, como el Tribunal Electoral reiteramos nuestro compromiso y obligación para cumplir cabalmente nuestras tareas y responsabilidades.
Queremos que las y los mexicanos voten en libertad, y que lo hagan amparados por una organización impecable y una justicia electoral imparcial, neutral y expedita.
Finalmente, queremos reiterar que el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral han hecho todo para lograr que el voto se respete.
Queremos decirle a todas las mexicanas y a todos los mexicanos que salgan a votar en libertad por las opciones que más les convenzan. Que tengan confianza de que su decisión será respetada, y que es solamente en democracia en donde las y los ciudadanos podemos ejercer nuestra libertad.
Recordemos que en una democracia la única mala decisión es la de no participar.
Salgamos este domingo a emitir nuestro sufragio por la opción u opciones que generen en nosotros convicción.
Tengamos claro, además, que la democracia no se agota el día de la jornada electoral. Este sistema electoral va mucho más allá de la elección de los gobernantes para convertirse en el garante de nuestros derechos y libertades, en un mecanismo de convivencia social, en un modo de vida que garantiza la igualdad y la libertad.
Por ello, debemos llevar esta pasión e interés con los que vivimos este proceso electoral para las siguientes semanas, meses y años.
Exijamos cuentas a nuestros representantes, demandemos solución de problemas que nos aquejen y trabajemos todos a favor de la sociedad.
Así que, desde este lugar tan simbólico, desde el Museo Memoria y Tolerancia, llamamos a que este valor tan necesario en una sociedad democrática, plural y diversa, como la nuestra, nos acompañe en la etapa poselectoral.
No permitamos que diferencias propias de procesos electorales, con frecuencia, ríspidos afecten nuestra convivencia como sociedad.
Muchas gracias y a votar todas y todos, este domingo, sin falta.