La diputada federal Sonia Rocha Acosta plantea exhortar al titular del Poder Ejecutivo para que, a través de la Secretaría de Economía, prohíba la comercialización de productos artesanales de origen extranjero, en particular los provenientes de países asiáticos, como China, porque “constituyen verdaderas imitaciones de artesanías mexicanas que atentan contra la identidad y economía de los pueblos indígenas”.
En un punto de acuerdo publicado en la Gaceta Parlamentaria, también propone que estos bienes sean protegidos y se apoye a los artesanos y productores prohibiendo a las grandes cadenas la venta y distribución de artículos asiáticos. Además, plantea impulsar las piezas nacionales para enviarlas al extranjero, y se les otorgue el reconocimiento de creación cien por ciento mexicana.
Rocha Acosta subraya que esta propuesta no atenta contra las tiendas departamentales, las cuales deben contribuir a la comercialización de lo hecho por las manos de los artesanos mexicanos, en apoyo de la economía nacional.
México es un país con una diversidad cultural amplia, sustentada en sus pueblos indígenas u originarios, donde su principal medio de subsistencia lo conforman las artesanías que elaboran y en las cuales plasman la identidad de cada uno de estos pueblos.
Precisa que para las comunidades indígenas, la actividad artesanal representa una fuente de empleo y sustento económico de sus familias; por tal motivo, se debe dignificar y proteger ese trabajo, pues además de ser un medio de subsistencia, constituye una expresión artística.
Sin embargo, la legisladora añade que en un mundo globalizado y con la intención de generar ganancias comerciales, países como China han hecho una producción en serie de baja calidad y costo mínimo, lo que permite realizar imitaciones de piezas que se asemejan a las artesanías originales, y que son vendidas en tiendas de autoservicios y departamentales.
Ello denigra el trabajo de los mexicanos y atenta contra la identidad, cultura, tradiciones y economía de los pueblos indígenas del país.
Un ejemplo, añade, es la muñeca de trapo colorida de origen mazahua u otomí, típica del municipio de Amealco de Bonfil, Querétaro, que es imitada por chinos y comercializada en tiendas de cadena, “poniendo en riesgo la identidad y preservación de una de las artesanías más representativas del país, confeccionada por mujeres indígenas de esa zona”.
La diputada del PAN destaca que con esta muñeca, las mujeres indígenas tratan de identificar sus raíces vistiéndolas con atuendos y accesorios que ellas mismas utilizan y reflejan su identidad originaria; de esta manera, “se transmite a las niñas los valores, actividades y parte de su indumentaria tradicional que rige en su comunidad”.
Incluso, en China, se ha hecho e impreso uno de los símbolos nacionales, como el lábaro patrio, o creado, piezas de bulto de la Virgen de Guadalupe, o prehispánicas como las pirámides del Sol y la Luna o la Serpiente Emplumada. Todas se comercializan en grandes almacenes, lo cual lesiona la identidad cultural del país y afecta la economía de miles de familias dedicadas a esta actividad.
Por último, reitera la importancia de proteger el trabajo de artesanos de diversas regiones del país, como son los cantereros, alfareros, ceramistas, productores de artículos de ixtle, licores, dulces y otras golosinas, y con ello generar un impulso comercial y posicionar nuestra identidad cultural en el extranjero.