Acusan en el Senado
“Durante el sexenio del presidente Peña México sí creció, pero creció en crimen organizado, huachicol y corrupción. En el Índice de Percepción de la Corrupción, México creció, en esta administración se han tenido más de 2 billones de pesos en operaciones económicas, pero reportadas como inexistentes mediante facturas falsas; y sí, se han incrementado los recursos públicos, pero éstos han sido desviados a empresas fantasma”.
Así se expresó la senadora Minerva Hernández Ramos, al hablar desde la tribuna parlamentaria para hacer una reseña de lo que fue, según ella, el último año de gobierno priísta que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto. Aquí sus palabras textuales:
“La revisión al capítulo económico del VI Informe de Gobierno muestra que los números no mienten, quienes mienten son los que manipulan cifras y estadísticas en su beneficio.
Si la realidad de nuestro país fuera la misma que el presidente Peña nos muestra en sus spots, no se hubiera dado la alternancia democrática.
Se les olvida, al presidente y al partido que aún gobierna, que el 1 de julio fue el indicador que midió el desempeño de esta administración.
Tampoco olvidemos, senadores, que en este acto el presidente no está rindiendo cuentas, simplemente informa el estado que guarda la administración del país y que, al no ser un diálogo democrático entre los Poderes de la Unión, pues el presidente nos viene a decir que todo está bien, cuando es un hecho que con el PRI-gobierno México apenas creció la mitad de lo que crecía con los gobiernos del PAN.
Desde Acción Nacional decimos que este gobierno está reprobado en cuanto a las metas de su Plan de Desarrollo:
Que no se elevó el nivel de vida de la población, que en estos seis años han disminuido las personas que ganan más de cinco salarios mínimos, además de la alta depreciación de su poder adquisitivo.
El presidente presume que subió el empleo, pero omite decir que se trata de empleos precarios que no se aceptan por gusto, sino que se aceptan porque la gente tiene hambre y necesidades que cubrir.
Que no se erradicó la pobreza, que se disfrazó la realidad, porque el cumplimiento de un indicador como “suelo firme” o “acceso a servicios básicos” de ninguna manera implica que la población deje de estar sujeta a las vulnerabilidades que condenan su movilidad social.
El 75 por ciento de los mexicanos somos pobres, con menores o mayores grados de vulnerabilidad en cuanto a la obtención de ingresos o las carencias de derechos sociales como alimentación, educación y salud.
México no está en proceso de recuperación de la pobreza, está en un modelo que estructuralmente reproduce la pobreza y la desigualdad.
Porque las grandes disparidades continúan y permanecen; los estados del norte del país siguen siendo más industrializados y más productivos, mientras que las economías de los estados del sur siguen en rezago.
Porque la brecha salarial entre hombres y mujeres tampoco disminuyó en estos seis años; en los empleos mejor pagados, hay siete hombres por cada tres mujeres y esa tendencia aumenta en sectores como el agropecuario, la construcción, la industria manufacturera y el comercio.
Porque gracias a la inflación la brecha entre quienes tienen mucho y quienes tienen nada se acentuó durante este sexenio.
Pero seamos justos, durante el sexenio del presidente Peña México sí creció, pero creció en crimen organizado, huachicol y corrupción.
En el Índice de Percepción de la Corrupción, México creció, en esta administración se han tenido más de 2 billones de pesos en operaciones económicas, pero reportadas como inexistentes mediante facturas falsas; y sí, se han incrementado los recursos públicos, pero éstos han sido desviados a las empresas fantasma.
¡No te preocupes, Rosario! dijo Peña, porque yo te pongo donde hay, donde hay dinero en este gobierno y amnistía en el próximo para los “chivos expiatorios”, porque en este país la PGR ni investiga, ni formula acusaciones y, para muestra, ahí está Odebrecht.
El gobierno que se va sembró la práctica de la fragmentación en el desvío de recursos públicos para impedir su fiscalización y el próximo gobierno de cuarta…, de cuarta transformación siguió el mismo camino con la fragmentación de los recursos del Fideicomiso 19S.
En este caso, el Tribunal Electoral determinó que “supuestamente” no hubo indicios para una actuación indebida, como también, “supuestamente”, la maestra Elba Esther no incurrió en desvío de recursos del sindicato magisterial.
Con estos ejemplos, avísenle por favor al presidente electo que no necesitamos una Constitución moral, no, lo que necesitamos es dejar de actuar en fraude a la ley, evitar este gatopardismo que llegó para cambiar todo, esperando que no cambie nada.
De cara al próximo paquete económico, desde Acción Nacional le decimos al gobierno electo que una política de austeridad en el gasto no está en comer en tuppers y beber en termos, que no está en quitar o poner edecanes o en castigar al capital humano valioso del sector público.
La austeridad está en atender los temas que realmente importan al gasto público, como el Ramo 23, que tuvo un sobreejercicio de 176 por ciento en este sexenio; o el costo financiero de la deuda pública, que se ha incrementado; o que la presente administración contrató deuda para pagar los intereses de la propia deuda; o que ante la caída de ingresos petroleros, se hayan utilizado los ingresos no recurrentes para financiar el gasto corriente; o un largo etcétera.
Gastamos mucho y gastamos mal. El signo de este gobierno fue el dispendio.
Vemos preocupante que, al finalizar este nuevo sexenio, México perderá su bono demográfico, pues para 2030 las personas adultas mayores recibirán mayores recursos públicos que los niños, y corresponde a esta Legislatura romper las inercias en las asignaciones presupuestarias; reconocer los cambios económicos y poblacionales que presionarán las finanzas públicas y también sentar las bases para que el desarrollo económico del país implique condiciones dignas y más favorables para todos los mexicanos.
El futuro del país no está en el regocijo de la victoria electoral, está en afrontar los problemas con responsabilidad, con análisis objetivos y visión de largo plazo.
Las y los legisladores de Acción Nacional estamos dispuestos a construir el México que nuestra población necesita. Insistiremos en reducir a la mitad el IVA en la zona fronteriza y también en disminuir a la mitad el IEPS a las gasolinas”.