Así fue la advertencia: En relación con los hechos acontecidos en la Sesión Plenaria de la Cámara de Senadores, celebrada el pasado 12 de noviembre, durante la toma de protesta de la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2019-2024, manifiesto lo siguiente:
Se reconoce plenamente el derecho que tienen las senadoras y los senadores de la LXIV Legislatura, a manifestarse libremente, con apego a las normas legales y reglamentarias que regulan nuestra actividad parlamentaria. La Presidencia de la Mesa Directiva seguirá garantizando la inviolabilidad de los derechos de las y los senadores.
Rechazo enérgicamente cualquier forma de violencia que se exprese, al tenor del debate de ideas, por parte de las y los legisladores. Por ello, ratifico el llamado a quienes conforman los diversos grupos parlamentarios, a conducirnos en orden y con respeto verbal y físico, en todo momento y circunstancia.
Como mujer y presidenta de esta Mesa Directiva de la Primera Legislatura con paridad de género, y a nombre de millones de mexicanas, rechazo categóricamente las expresiones de agresión y violencia en contra de cualquier mujer, en cualquier circunstancia; y exhortamos a que no se repitan estos eventos.
Resguardar la seguridad de las y los senadores, así como del recinto legislativo, es y seguirá siendo responsabilidad de la Mesa Directiva. Mantener el orden y el respeto, es corresponsabilidad de todos.
Hago un llamado firme a las senadoras y a los senadores, a utilizar la política como el medio idóneo para dirimir las diferencias y favorecer el diálogo; el intercambio positivo de ideas, el entendimiento y la construcción de acuerdos en beneficio de México.
En todo momento, se hará valer la legalidad de los actos que realice el Senado de la República, esta Presidencia y cada uno de sus integrantes.
Por mi parte, continuaremos como se ha venido haciendo y se ordena en la Ley y el Reglamento, conduciendo el debate con estricto apego al derecho, con imparcialidad y con base en los más altos valores y principios democráticos; así como con tolerancia hacia todas y todos.
Reitero nuestra disposición y ofrecemos nuestros buenos oficios, para que en el Senado de la República se mantenga un clima de civilidad política, de unidad, de respeto a la expresión de las convicciones personales, a la pluralidad y a la diversidad que conforman la LXIV Legislatura; siempre privilegiando el interés superior de la nación.