La violencia contra las mujeres en México se refleja en todos los ámbitos, en el hogar, espacios públicos, la escuela, el trabajo, en el ciberespacio, producto de la desigualdad y la discriminación de género en la que vive el país día con día, señalaron la senadora Graciela Gaitán Díaz y el senador Manuel Velasco Coello.
A pesar de los mecanismos que se han implementado a nivel federal para atender este problema, asentaron los legisladores, lamentablemente no se han podido erradicar los actos violentos en contra de las mujeres, pues persisten los estereotipos que las obligan a desempeñar ciertos roles sociales.
Gaitán Díaz y Velasco Coello presentaron una iniciativa para reformar la Ley General de Educación, a fin de que desde la infancia se promueva la prevención, atención y erradicación de prejuicios que permitan, fomenten y toleren las agresiones contra este sector de la población.
Con ello, enfatizaron, se atienden los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan lograr la igualdad entre los géneros, empoderar a todas las mujeres y niñas, así como construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Los estereotipos relativos a la feminidad son asociados a roles que la mujer debe de cumplir en el entorno social, como la maternidad, el trabajo doméstico, la fragilidad física, la sensibilidad sentimental, la dependencia, ser sumisas y adaptables.
El problema con estos estereotipos, asentaron, es que perpetúan la inequidad entre hombres y mujeres en distintos ámbitos, lo que afecta la toma de decisiones y sesga la capacidad de las mujeres.
Si bien la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha implementado una serie de programas para el trabajo continuo con diversas instituciones y órganos de gobierno, a fin de hacer frente a la violencia de género, en México no se ha tenido el alcance que se requiere, pues en ocasiones la mal aplicación de éstos lleva hasta revictimizar a las víctimas por inconsistencias en el debido proceso.
Los estereotipos, subrayaron Gaitán Díaz y Velasco Coello, suelen generar prejuicios, producir opiniones negativas hacia algo o alguien e incidir a emitir un juicio, sin tener una base concreta que lo sustente. Normalmente los ideales que rodean a estos prejuicios se basan en rumores o en experiencias vividas que señalan a un grupo de personas.
Por ello, consideraron, el objetivo de promover la prevención, atención y erradicación de estereotipos que permitan, fomenten y toleren la violencia contra las mujeres, permitirá la deconstrucción de las representaciones de género nocivas en la sociedad. La iniciativa fue remitida a las comisiones de Educación y de Estudios Legislativos, Segunda.