La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) Mónica Soto Fregoso aseguró que las juzgadoras en México están unidas en su quehacer profesional, como parte del Estado mexicano, no sólo para decir “ya basta” a la violencia contra las mujeres, sino para construir soluciones en materia de igualdad de género.
Lo anterior, durante la presentación de la segunda edición del libro El avance político de las mujeres en México. Aportaciones de las magistradas desde la justicia electoral, evento en el que Soto Fregoso estuvo acompañada del magistrado de la Sala Superior José Luis Vargas Valdez.
El presídium estuvo integrado también por el magistrado Vargas, así como por la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Yasmín Esquivel Mossa y la magistrada del pleno del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas, Norma Angélica Contreras Magadán, quien también preside la Asociación de Magistradas y Magistrados Electorales Locales de los Estados Unidos Mexicanos (AMMEL).
La magistrada Mónica Soto destacó los logros de este año, como la ley en materia de paridad, y recordó que falta consolidar la ley de violencia contra las mujeres. En ese aspecto, hizo un reconocimiento a los juzgadores que también se suman a esta lucha por la igualdad. “Quiero pedirles que no decaigamos”, dijo.
Adelantó que el año próximo editarán un libro en el que invitarán a participar a hombres para que hablen de su quehacer en sentencias y cómo juzgan con perspectiva de género desde las nuevas masculinidades.
La ministra Esquivel Mossa dijo que en México el fenómeno de la violencia de género aparece lamentablemente como constante; agregó que las mujeres deben estar atentas para que no se dé esa violencia en ningún estrato social; la obra presentada, detalló, es un documento que quedará para la historia.
El magistrado José Luis Vargas se pronunció porque las mujeres que decidan ejercer un rol fundamental en el ámbito político-electoral no tengan que hacerlo a costa de privarse de otros derechos, como formar una familia, y puedan desarrollarse a plenitud en todos los aspectos de su vida.