El magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, José Luis Vargas Valdez, consideró deseable que las instituciones nacionales e internacionales sean solidarias entre sí ante los embates que sufren organismos como el Instituto Nacional Electoral (INE), el mismo Tribunal Electoral y sus integrantes. “Invito a que cerremos filas a favor de las instituciones democráticas”, planteó.
En la mesa “Soluciones para profundizar la democracia en América Latina”, en la presentación del informe “El estado de la democracia en el mundo y en las Américas 2019”, del Instituto Internacional para la Asistencia y la Democracia Electoral (IDEA por sus siglas en inglés), Vargas Valdez consideró que las instituciones democráticas en México y en varios países del mundo sufren fuertes embates, y planteó ante ello trabajar con todos los demás socios estratégicos para que se haga valer el respeto irrestricto a esas instituciones.
En la mesa participaron Sergio Bitar, de IDEA Internacional; Gina Kawas, del Banco Centroamericano de Integración Económico; Jacqueline Peschard, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el periodista Mario González, quien moderó el conversatorio.
Vargas Valdez reflexionó que están ante un reto porque a nivel internacional “hay mucho apetito” y se trata de debilitar a las instituciones. Reflexionó que se ha perdido la noción de la importancia de esas instituciones para las nuevas generaciones.
“Sería deseable que también entre nuestras instituciones tengamos esa misma solidaridad que a veces exigimos en el orden internacional. Creo que a veces nos hemos quedado cortos en embates que han sufrido otros organismos como es el INE, como a veces es el TEPJF, como a veces hemos sido algunos de sus miembros, donde no salimos la clase que estamos nombrados por el Estado para preservar esos valores, en la defensa de los otros”, dijo.
El magistrado Vargas Valdez defendió la independencia y autonomía de las instituciones electorales para que puedan ejercer libremente la toma de decisiones y se ejerzan sus funciones en condiciones óptimas, para proteger los derechos político-electorales de los ciudadanos.
Dijo que cuando se afecta la independencia, la autonomía y la inviolabilidad a los órganos del Estado mexicano, sus capacidades no pueden garantizar a la ciudadanía el ejercicio de esos derechos en óptimas condiciones.