*Comparece titular de Cenace pero no responde preguntas
Participamos en la reunión virtual que llevó a cabo la Comisión de Energía con el director general del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), Alfonso Morcos Flores, para analizar el estado actual del sistema eléctrico nacional.
Durante la reunión formulé una serie de preguntas que no fueron respondidas y por ello ofrezco aquí las siguientes conclusiones:
En su exposición de motivos, el Cenace usa información de un punto de carga suministrado por solamente una central solar para describir el efecto de la intermitencia, cuando en realidad el efecto en demanda es del sistema y no de un solo punto. Además, omite decir que toda planta en operación debió someterse a tres estudios del Cenace (indicativo, de impacto al sistema y de instalaciones), así como cumplir con el código de red, lo cual garantiza la confiabilidad del sistema.
No reconoce que este organismo tiene facultades y medios para corregir la salida de plantas de generación intermitente para evitar riesgos de suministro al sistema, tal como se señala en el código de red, página 138.
El Cenace declara que la caída en la demanda está obligando a llevar a cabo estas medidas “temporales” cuando no presenta, en ningún momento, pruebas. Esto se debe a que independientemente del nivel de demanda del sistema, los mecanismos ya existentes descritos en el punto anterior compensan la entrada o salida de generación renovable. Es decir, no hay justificación técnica o económica para llevar a cabo estas acciones. Lo que esta medida hace es favorecer la generación de las plantas de la CFE sin importar el despacho económico ni le daño ambiental de quemar combustóleo con 4 por ciento de contenido de Azufre.
Es importante destacar que la participación de las renovables en todo el mundo se ha incrementado a consecuencia del Covid-19 y sólo en México se les ha reducido su participación de forma sistemática. Es relevante porque el Cenace se norma bajo principios de mejores prácticas a nivel mundial y no es que no tenga las herramientas técnicas para operar el sistema de forma correcta.
El Cenace presenta un argumento primario de que al reducirse la demanda de energía eléctrica del orden de un 10 por ciento a nivel nacional con motivo del Covid- 19, contrario al 30 por ciento que asegura la Secretaría de Energía. Por lo tanto, con un dato erróneo, se limita el acceso de energías renovables en virtud de su intermitencia.
El Sistema Eléctrico Nacional tiene del orden del 7.3 por ciento de Generación de Energía Intermitente (Sol y Viento) y no el 20 por ciento como lo dijo el titular del Cenace. Cabe señalar que las plantas de renovables presentan con 24 hora de anticipación un pronóstico de generación con un 90 por ciento de certidumbre, lo que permite la planeación energética en cualquier sistema eléctrico. Es así como la verdadera intermitencia es de tan sólo 0.6 por ciento de la Energía del Sistema Eléctrico Nacional.
Esto deja en evidencia que la verdadera razón detrás del posicionamiento del Cenace y la Sener no es técnica, si no económica, para permitirle a la CFE mayor capacidad de generación, esto en detrimento de la salud y la economía de los mexicanos.
Es importante mencionar que el Cenace carece de competencia para emitir el Acuerdo, toda vez que la CRE es la facultada para ordenar la suspensión de operaciones/servicios/trabajos en el sector eléctrico y Sener es la facultada para establecer política en materia de eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad en el sistema.
El Acuerdo viola derechos humanos tales como confianza legítima, propiedad, libre concurrencia, al suspender indefinidamente el derecho de las centrales de renovables a interconectarse en el sistema, lo cual trasciende también en la afectación a derechos y obligaciones adquiridos contractualmente con terceros, derechos y obligaciones bajo permisos de generación, entre otros.