*AMLO se regodea; el PAN se asusta; PRD y PRI rumbo al cementerio político
Mientras en Palacio Nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador se regodea de haber logrado el clima político que necesita sembrar para afianzar todavía más a Morena, partido de su propiedad, en el PRI parecen estar cavando su propia tumba política.
Y mientras en el PAN comienzan a asustarse por la habilidad del inquilino de Palacio Nacional para dividir a la clase política y aprovechar el escaparate de las mañaneras para seguir manipulando a un pueblo, quien sabe si sabio y mucha pieza, en el PRD están aterrados, porque saben que de hacer agua la alianza “va por México”, su organismo político quedará automáticamente en la historia de los organismos políticos.
Por qué todo lo anterior, se preguntará usted, grilloso lector, y la respuesta es muy sencilla, pues no solo aquí, sino en casi todo el mundo, los analistas y estudiosos que aparecen en noticieros y programas que difunden documentales sobre economía, procesos productivos modernos y programas sociales de los gobiernos que permiten el desarrollo de sus estudiantes con tecnología de punta, descartan a México como nación que avance en esa dirección y por el contrario, le presagian un peligroso estancamiento académico, industrial y rezago de la mayoría de su pueblo.
Y si también usted, grilloso lector, se pregunta qué tiene que ver lo que reseñamos en el párrafo anterior con los partidos políticos, pues le respondemos que precisamente son ellos, ni más ni menos, quienes tienen la obligación de postular candidatos a cargos de elección popular preparados y con liderazgo de suma social y no caudillos que gobiernen dividiendo a los sectores solo para la autocomplacencia momentánea, mientras el país se dirige al abismo.
Es por ello que desde el nacimiento de este nuestro periódico digital, hace 16 años que cumplimos este mes, hemos venido llamando a nuestros lectores a reflexionar todo lo que difundimos, llamado que es atendido por cada vez más lectores asiduos que nos hacen llegar sus opiniones.
Con estos fundamentos confirmamos que en el mundillo político conspicuo hay más convencidos de que el gobierno de la mal llamada 4-T que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no está dando resultados satisfactorios al país en materia de seguridad, economía e inversiones del sector privado y tiene al país colgado solo de los recursos públicos que paulatinamente se agotan, lo que lleva a un claro y natural estancamiento que, a la postre, afectará a las clases tradicionalmente más necesitadas.
Es por ello que insistimos en la necesidad de reflexionar en que tradicionalmente los partidos políticos están más dedicados a la captación de masas que les permitan los votos para coronar ambiciones y mientras unos buscan el poder para enriquecer a los suyos, otros quieren gobernar para ubicar su figura en algún lugar de la historia, bañándose y secándose con banderas caudillistas.
Ya es tiempo de que el pueblo, si de verdad es sabio y mucha pieza, valore entregar su voto a quien esté preparado y en condiciones de sumar sectores dedicados al trabajo y la inversión, pero sobre todo conjugando programas que lleven al progreso, el bienestar social y seguridad pública, poque solo así los padres de familia de hoy y juventud que busca formar la suya, vivirán en un status de serenidad realista y no de escenarios que siembran engañifas.
Por eso a nadie debería preocupar si Morena, propiedad de Andrés Manuel López Obrador, lucha por consolidar su escaparate político solo para satisfacer un ego empañado de episodios que a mucho pueblo sorprendería.
Tampoco debería preocupar si el PAN se conserva o si avanza solo en su batalla contra la mal llamada 4-T y mucho menos debería preocupar si el PRI y el PRD estén cavando so propia tumba, pues de todas maneras ya huelen a cadáver político.
Lo único que debería preocupar a los 85 millones de mexicanos con derecho al voto, es poder llevar al gobierno a quien esté preparado, quien sea auténtico líder entre los de abajo, en medio y arriba, pero sobre todo con capacidad de convocar a la construcción de programas que repartan beneficios con justicia y no promesas con brutales e imaginarios servicios de super primer mundo, al que también alguna vez ofreció llevar el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, sentenciado por el pueblo desde el momento mismo que salió de Los Pinos.
No asimilar esto con crudeza, es aferrarse a la soberbia con que han pasado casi todos los gobernantes. Recuérdese que el andar de la vida nacional sigue y el pueblo sigue sentenciando.
Que quede para la reflexión.