*Sismos simulacros y simulaciones
Cual si formara parte de un conjuro de hechicería, la fecha del 19 de septiembre se ha vuelto maldita para muchos mexicanos y una oportunidad para orientar, capacitar o informar a la población sobre las medidas precautorias en caso de sismos, o al menos eso es lo que se anuncia y pretende.
Sin embargo los años pasan y en muchos aspectos seguimos igual o peor que en 1985, ya que “de acuerdo con los artículos 504 y 123 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), al contar con un número a partir de 100 colaboradores, es obligatorio contar con servicio médico dentro de las instalaciones de la empresa”*.
“El artículo 123, Apartado “A” en su fracción XVII, la obligación que tienen los patrones de cumplir el reglamento y las normas oficiales mexicanas en materia de seguridad, salud y medio ambiente de trabajo, así como de disponer en todo tiempo de los medicamentos y materiales de curación indispensables para prestar oportuna y eficazmente los primeros auxilios”*.
Y no solo eso; en “el artículo 504, fracción II de la LFT impone a los patrones que tienen a su servicio más de 100 y menos de 300 trabajadores, la obligación especial de establecer una enfermería dotada con los medicamentos y materiales de curación necesarios para la atención médica y quirúrgica de urgencia”**. “Ese lugar (enfermería) debe estar atendido por personal competente, quien debe estar bajo la dirección de un médico cirujano, el que a su juicio, puede determinar cuando no se está en posibilidad de prestar la debida atención médica y quirúrgica a un trabajador, y ordenar su traslado a la población u hospital en donde pueda atenderse”**
Pero la misma ley le brinda a los patrones el truco, artimaña o añagaza para brincarse la obligación impunemente, ya que “ el patrón puede celebrar, previo acuerdo con sus trabajadores, contratos con sanatorios u hospitales cercanos, a fin de que estos presten los servicios médicos sin tener que “poner“ una enfermería (art. 504, fracc. IV, LFT)”**. Es decir; cuando ocurra el sismo, los trabajadores heridos, lastimados, desmayados o infartados deberán -como puedan- ir de urgencia “al sanatorio u hospital cercano”, ese con el que el patrón y los trabajadores acordaron para “brincarse” a la torera la obligación de montar la enfermería en el lugar de trabajo.
Pero eso sí, la ley es muy estricta ya que específicamente estipula “es importante verificar el cumplimiento de esta obligación, pues de no acatarla, el patrón sería sancionado con una multa de 250 a 5,000 veces la Unidad de Medida y Valor (UMA), lo que equivale actualmente de 21,720 a 434,400 pesos (art. 904, fracc. V LFT)**. Lo que me imagino a las tiendas de autoservicio, supermercados, bancos, corporativos u otras empresas obligadas a contar con ese servicio, las debe tener muy preocupadas y sobre todo si es un cliente el que se enferma, lastima o hiere; pues que se espere, a que llegue la ambulancia ya que los dueños se brincaron la obligación de instalar la enfermería.
Lo anterior sirva de referente para explicar por qué, durante los simulacros que organizan las autoridades capitalinas y de otros estados, los médicos, paramédicos, enfermeras o personal de salud brillan por su ausencia.
Muchas personas con sólo escuchar el sonido de la alerta sísmica entran en pánico, se bloquean mentalmente, pierden el control, estallan en llanto, se desmayan, vomitan, se atraviesan la calle de manera impertinente, algunos conductores no se detienen y otros abandonan el automóvil a media calle y salen corriendo.
Y como usted o yo lo hemos comprobado los médicos y el personal médico con que teóricamente deberían contar las grandes tiendas, los “mall”, los edificios corporativos, los supermercados pues nomás no existen;… “hay convenios”.
Y aunque nadie los mencione, los reporteros grabadores de ocasión, los estúpidos de las “selfies” relatando su “singular experiencia” en el momento de los hechos que interrumpen el camino o la salida de los edificios, los espontáneos que dirigen el tránsito, en fin, la fauna de tik tok, tweet, o animales por el estilo, hacen todo lo posible por complicar las cosas, aunque según ellos hacen un “servicio social”.
Los “precavidos” que después del simulacro vuelven a sellar o encadenar las salidas de emergencia, tal y como presencié hace 5 años en una instalación universitaria o ver que no existe orientación, letreros o información para las personas que están en un estacionamiento subterráneo. Las plumas no funcionan y que Dios los ampare.
Me consta que efectivamente se dan pláticas y cursos por las autoridades capitalinas. Existen disponibles tutoriales, documentos y demás recursos informativos sobre el comportamiento idóneo para un sismo, pero debería estar el personal médico mucho más a la mano de los ciudadanos en cualquier lugar, para no tener que saturar en dado caso los hospitales, sanatorios o clínicas.
El personal médico debería estar en todo momento al alcance de los ciudadanos y trabajadores aunque las compañías, tiendas, bancos o corporativos restaran unos cuantos millones de pesos de sus utilidades, y estar en cualquier lugar cuando se necesiten y no necesariamente donde mejor le convenga a los empresarios.
Los que no lo han sufrido o necesitado ¡felicidades!, pero existen muchos deudos que sí reclaman la falta de seres queridos por no haber tenido alguien capaz de resolver una urgencia en lugares donde conforme a la ley deberían existir.
Una mera sugerencia. Pongan y paguen personal médico para la ciudadanía en todas partes.
Las y los médicos y enfermeras también salen huyendo, empujando, vomitando y corriendo.
Como ya se evidenció; necesitamos a los médicos mucho más cerca que a los delincuentes, las policías o los soldados.
Alguien debería de considerar eso. En lugar de seguir construyendo obras faraónicas o elefantes blancos.
La paz mundial nunca va a llegar, arreglemos lo que si podemos, aunque falten especialistas y dejar de importarlos.
Por cierto ¿cuántos médicos cubanos vio usted en los reportajes sobre los sismos?
*https://medem.mx/quienes-somos/normativa-actual-para-salud-y-seguridad-en-el-trabajo
**https://idconline.mx/laboral/2020/08/12/cuando-un-patron-debe-montar-una-enfermeria.