En la mañanera del lunes pasado se dio un debate público entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el historiador Wenceslao Vargas Márquez, sobre Juárez, Madero, Huerta y otros, temas que tanto le apasionan, pero al final lo perdió a la vista de todos los presentes y allende Palacio Nacional.
Así fue el episodio:
PREGUNTA: Gracias, presidente. Soy Wenceslao Vargas Márquez, soy articulista e investigador sobre temas de educación, sindicalismo y masonería. Y por eso le pude atinar a la pregunta que usted hacía del señor Zúñiga y Miranda.
Y de lo que comentaba hace un instante de las circunstancias del presidente Madero y Victoriano Huerta, simplemente acoto y recuerdo que ambos eran masones: Madero grado 33 y el general Huerta grado 30, ambos del Rito Escocés, antiguo y aceptado.
Mi pregunta, presidente, mis dos preguntas, que me corresponden se las quiero plantear muy respetuosamente recordando que hace dos semanas estuvo aquí el contador Óscar Flores, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública, y le reportó a usted que son mil 57 maestros los reinstalados que fueron afectados por la reforma del sexenio pasado. No son todos, presidente, faltan algunos; están siendo atendidos, pero sus casos no se han resuelto.
Tienen el agravante de que han sido advertidos, algunos, de que se les va a reinstalar, pero que no se les va a pagar más que de la fecha de reinstalación en adelante, a pesar de que tengan años esperando justicia.
Y este planteamiento, presidente, creo yo que se puede traducir a que los maestros reciben algo así como la advertencia de que la ley es la ley, esa frase a usted le suena y le incomoda, y a los maestros les incomoda más, que después de años de esperar justicia reciben esta advertencia de áreas de algunos funcionarios medios de la Secretaría de Educación Pública.
La pregunta es: ¿qué se podría hacer con estos casos de personas, de trabajadores de la educación afectados por la reforma del sexenio pasado y que siguen esperando que se les resuelva su situación, presidente?
Y, y si me permite, una segunda pregunta.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Bueno, la primera precisión histórica amerita un buen debate, porque el presidente Madero era espirita; masón, no estoy seguro. El presidente Juárez sí.
Y también aclarar, el presidente Juárez era anticlerical, no antirreligioso, que son cosas distintas.
Bueno, pero eso…
INTERLOCUTOR: Si me permite, como dice, debatir, puntualizo el dato, si gusta, por favor. Estuvo en Lealtad 15, en la Ciudad de México; estuvo en Logias de Coahuila, como Mariano Escobedo, 5, y recibió el grado 31, 32, 33 el 15 de octubre de 1911, justo cuando ganaba la segunda ronda de la elección presidencial.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Puede ser, puede ser que tengas razón tú, lo voy a revisar.
INTERLOCUTOR: Le obsequio mi libro cuando haya la oportunidad.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Sí.
09/05/2022