Mientras 107 senadores, de un total de 128, de todos los partidos políticos votaron a favor del T-MEC, el independiente Emilio Álvarez Icaza Longoria subió a tribuna para advertir a todo el pueblo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pone de rodillas a México con ese mecanismo comercial y dijo que se trata de un acuerdo similar al de Carlos Salinas de Gortari, a quien los izquierdistas han acusado de padre del neoliberalismo y la pobreza que produjo.
Por eso mi voto es en contra de este acuerdo, insistió el legislador, porque estamos viendo la incongruencia histórica en que caen los partidos que antes criticaron con dureza al Tratado de Libre Comercio, TLC, que se firmó en 1994.
“La anunciada muerte del neoliberalismo tiene en el T-MEC su más acabada contradicción”, precisó desde la tribuna parlamentaria, ante la sorpresiva mirada de los morenistas que más tarde festejarían a rabiar la aprobación del acuerdo con 107 voto de todos los partidos y solo uno en contra, el de Álvarez Icaza.
Con un discurso severo añadió: “Con este tratado se celebra, sí, irónicamente la claudicación de la izquierda”.
Y con el mismo tono les preguntó: “¿Dónde está la izquierda que hace 25 años criticaba el TLC, aquel que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari impulsó y logró imponer, pero que ahora, en este momento, debe de estar celebrando al ver al presidente López Obrador urgir, presionar para firmar este tratado y su ratificación y su protocolo, como un triunfo histórico, cultural y político”.
Aquí el discurso completo y textual que pronunció el senador desde la tribuna parlamentaria:
“Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”.
La anunciada muerte del neoliberalismo tiene en el T-MEC su más acabada contradicción.
Si este Tratado, que nuestro Presidente expresa todos los días que ha muerto el neoliberalismo y que declara muerto, tienen en este Tratado su más acabada contradicción.
Y hay que decirle, señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, el neoliberalismo no sólo no está muerto, resurge, se le aplaude, se festeja, se celebra.
Este Tratado celebra, sí, irónicamente la claudicación de la izquierda.
¿Dónde está la izquierda que hace 25 años criticaba el TLC?
¿Dónde está la izquierda que cuestionaba este modelo económico?
Yo creo, compañeros, que Carlos Salinas de Gortari debe de celebrar esto, este momento, debe de celebrar ver al Presidente López Obrador urgir, presionar para afirmar este Tratado y su ratificación y su protocolo como un triunfo histórico, cultural y político.
Carlos Salinas debe estar celebrando lo que ahora López Obrador sale a pedir, afirmar.
¿Y dónde está entonces esa izquierda, que muchos de ustedes en su momento cuestionaban?
No criticaré al PAN y al PRI, ellos en realidad han sido congruentes y consistentes, pero no así esa izquierda que criticaba ese modelo.
Compañeros, tampoco voy a reclamar que la Secretaría de Relaciones Exteriores haga su trabajo, lo que sí reclamo a Relaciones Exteriores es el término de relación, de tratarnos como Oficialía de Partes, de dejarnos al final, y en dos días enterarnos de un tema vital para la República.
Y le reclamo a este Senado a aceptar ser Oficialía de Partes, un Tratado de esta magnitud debería de revisarse con más tiempo y con más cuidado. No podemos aceptar ser Oficialía de Partes en dos días, un Tratado en estos términos me parece inaceptable para esta soberanía.
Yo sí me pregunto, y pregunto, ¿qué prisa por arrodillarse?
¿Qué prisa por firmar, por ratificar por segunda vez lo que ni en Estados Unidos y Canadá han siquiera aprobado por primera vez?
¿Y qué prisa tenemos, por ejemplo, cuando en Estados Unidos la nueva integración electoral llevó a revisar este protocolo, y nosotros vamos a ratificar ahora por segunda vez?
Si les quedara alguna duda revisen la entrevista de Nancy Pelosi cuando dice: “Nos comimos su lunch”.
Trump y México aceptaron todo lo que pidió.
Revisen la entrevista, por favor.
Nada más recordemos, recordemos que esto empezó porque Trump pidió que se revisara, esto es un TLC 2.0 a favor de Estados Unidos.
El sentido de mi voto será en contra como lo hice en junio y como lo hice hace 25 años, porque el problema es el modelo, es un modelo de capitalismo salvaje y depredador que tiene crecimiento económico, pero que tiene desigualdad.
Preocupan los mensajes a los empresarios?
¿Preocupa el crecimiento económico?
Entonces tomen decisiones económicas acertadas, no desmonten contratos multimillonarios del aeropuerto sin fundamento legal, construyan confianza con los inversionistas, construyan cercanía y no tengan modelos de crecimiento cero, como va a ser el crecimiento este año.
Si a alguien le interesa debería de revisar el texto de José Luis Calva, extraordinario texto.
La economía en México, en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, balance y perspectivas frente al T-MEC.
Y termino dándoles sólo unos datos.
Dice José Luis Calva, una de las voces más autorizadas en la materia: “Durante 24 años cumplidos de operación del TLC, los trabajadores con contrato colectivo en la rama de jurisdicción federal perdieron 32 % del poder adquisitivo en sus salarios.
En la industria manufacturera se redujeron 21 %.
En la industria de la construcción se redujeron 37 %.
Los salarios generales disminuyeron 28 % en términos reales.
Los campesinos perdieron en promedio 30 % del poder de compra de sus cosechas.
Casi 10 millones de mexicanos emigraron al extranjero, principalmente a Estados Unidos.
El número de mexicanos en pobreza creció 20 millones.
Sin embargo, los billonarios, según Forbes, pasaron, en 87 había un súper millonario; en 93 había seis; en 2018 había 16 billonarios con miles de millones de dólares.
En problema, compañeros, es el modelo, este Tratado va a reahondar ese modelo y ese es el error, teníamos que haber negociado, en otros términos.
Lo que estamos haciendo, compañeros, es reahondar, ahondar un modelo de crecimiento con pobreza, por eso voy a votar en contra.