En la UNAM se realizan ensayos de secuenciación genética con virus similares para revisar la capacidad de esta casa de estudios de “secuenciar todo el genoma de la COVID-19”. Esta acción es útil para determinar de dónde viene el virus y darle seguimiento a su evolución.
Adicionalmente, la Universidad Nacional trabaja en métodos de diagnóstico rápidos que permitan detectar la infección en personas sospechosas, en aeropuertos y sitios de paso. “Por los tiempos, no estarán listos para esta temporada, pues requieren la autorización de la Cofepris; pero sí servirán para la detección de virus de ARN, como los de la influenza u otros tipos de coronavirus”, destacó.
Casos confirmados
La Organización Mundial de la Salud reportó que del 31 de diciembre de 2019 al 14 de febrero de 2020, en la provincia china de Hubei, cuya capital es Wuhan, se confirmaron 63 mil 851 casos, de los cuales aproximadamente 47 mil se detectaron mediante análisis de laboratorio, y más de 15 mil fueron diagnosticados clínicamente.
Palomares Aguilera señaló que aunque en China aparentemente se registran cada vez más casos, “lo que en realidad sucede es que se incluyeron los comprobados en laboratorio y los detectados clínicamente”.
Por el momento, este procedimiento sólo se realiza en Hubei, donde la confirmación clínica se basa en imágenes torácicas, sin necesidad de análisis de laboratorio, especificó la universitaria. Esto ha permitido al país asiático notificar con mayor oportunidad los casos sospechosos de la COVID-19, garantizando una atención más eficiente, “pero no significa que haya repuntado la enfermedad”, reiteró.
Este paso es importante porque hay pacientes asintomáticos, y conforme mejora la manera de detectar el virus, podremos diagnosticar los posibles casos, expuso la experta del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos de la UNAM.
La también integrante de la comisión de científicos e investigadores de la Universidad Nacional implementada para promover acciones que atiendan la emergencia sanitaria por el coronavirus, detalló que en el mundo se siguen de cerca los métodos empleados en China para detectar la enfermedad y actuar de la mejor manera en cada país.
Basados en el comportamiento de virus similares, se espera que el coronavirus circule aún en los meses de febrero, marzo y abril, y probablemente después baje la incidencia y medidas como evitar la concentración de personas ya no sean necesarias.
“Otros virus tienen mayor prevalencia en la época invernal debido a la baja humedad del clima, que causa la resequedad de las mucosas; ahora podría suceder algo similar, pero hay que esperar a ver cómo se comporta”.
Finalmente, Palomares Aguilera indicó que en la comisión también se implementa un mecanismo para crear un conversatorios con expertos: “los jóvenes de la Universidad serán clave para llevar la información a la comunidad y la ciudadanía, pues cada uno la transmite a su familia y amigos, y así se va multiplicando”.