La Biblioteca General de Tacuba fue el escenario de la “Lectura de poesía con Francis Mestries”. María Vázquez Valdez, directora de Bibliotecas y Archivo de la Cámara de Diputados, consideró su obra como un “caleidoscopio de ventanas” a muchos lugares de México y del mundo que acerca a los lectores a este género literario.
El prolífico poeta de prácticamente tres nacionalidades, de ascendencia francesa, nació en Casablanca, Marruecos, en 1949, y se nacionalizó mexicano. Sus experiencias quedan plasmadas en una conjunción de ideas y perspectivas que se traslucen en su obra.
En la primera actividad de 2020 del Espacio Cultural San Lázaro, la Secretaría General y las direcciones de Bibliotecas y Archivo, y General de Servicios de Documentación, Información y Análisis (SEDIA), de la Cámara de Diputados, presentó a Francis Mestries, quien sostuvo que por medio de sus coplas testifica la historia a partir de su experiencia.
El también licenciado en Lengua y Literatura Española y maestro en Lectura y Civilización Latinoamericanas y en Sociología y Psicología de la Universidad de La Sorbona (París, Francia), aclaró que “no se trata de hacer panfletos, ni poemas que anuncian un mundo mejor, sino atestiguar lo que le parece injusto”.
Al identificarse como partidario de la justicia social y de la libertad, el profesor titular de Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, afirmó que todos sus versos cantan a la libertad y a la justicia, alrededor de las peculiaridades de los cuatro elementos (agua, aire, fuego y tierra) y conjugarse en sus singulares rimas.
Consideró que su poesía ha evolucionado de clásica, a una contemporánea con un estilo más conversacional de lenguaje coloquial que habla de las cosas y hechos cotidianos.
Su propuesta poética apunta a romper las fronteras. Planteó experimentar la lírica visual, en prosa, caligramas y vertientes nuevas, cuyas coplas sean cada vez más accesibles y estén insertadas en el devenir histórico y en la experiencia personal y existencial, las dos cosas se tienen que mezclar, señaló.
La poesía de Francis Mestries atrapa al escucha y al lector, al plasmar en letras la violencia que sufren los niños víctimas de tráfico de órganos en Tijuana, al ser engañados con el regalo de globos o las balas que traspasan el cielo.
También el amor, el erotismo, la naturaleza, el universo, las mujeres, hombres y niñez, y en particular el mar, uno de sus personajes favoritos, forman parte de su obra lírica.
Mestries Benquet rompe esquemas convencionales con su poesía social como autodenomina la denuncia de hechos violentos a través de este género literario y convertirlo en contemporáneo. Piel de agujeros y La visión de los vencidos muestran esta temática y rememora la tragedia registrada en Tlatelolco en 1968.
Después de publicar su primer libro en español (1990), su obra se multiplica a partir de entonces, al plasmar en rimas su perspectiva social, histórica, emocional y experiencia personal, para ofrecer a los lectores una alternativa poética actual y realista cuyos versos dibujan temas como la violencia de forma humana y sensible, no sólo por estadísticas.
Entre su bagaje lírico destacan Suelos de Viento, donde por primera vez asume su doble nacionalidad; el poemario Espuma en la arena, antología que funde redondillas concebidas desde 1990 a 2015; Viajero en tránsito, una oda a la película Casablanca en una escena retrospectiva (flashback); Carnívoros en pandilla de nubes, Suelas de viento, Latidos de la noche, Exorcismo y mar, y Remedios para el mal de ojo.