Pero AMLO sigue desoyendo advertencia
Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, se sumó a las voces legislativas que se levantaron para exigir pruebas, pruebas y más pruebas médicas que detecta al coronavirus en el ser humano, pero si el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo oídos sordos a los parlamentarios, al dirigente empresarial simple y sencillamente lo da por muerto como representante de algún sector de la sociedad.
Cabe recordar que en nuestra edición del lunes pasado publicamos a ocho columnas que desde el Senado de la República están pidiendo al mandatario que se hagan pruebas, pruebas y más pruebas médicas como estrategia para detener con mayor prontitud el avance de contagios.
Bueno, pues a este angustiante grito de los legisladores se sumó Salazar Lomelí en representación de miles de empresarios, grandes, medianos y chiquitos, al considerar que el pueblo tiene derecho a que sus gobernantes les garanticen los máximos niveles de protección y seguridad que exige este devastador enemigo llamado coronavirus.
Pero, desafortunadamente, en Palacio Nacional nadie escucha este clamor, a pesar de que el dirigente empresarial salió para declarar públicamente que en su sector prevalece la insistencia de que es absolutamente necesaria la disponibilidad de pruebas médicas para determinar si los trabajadores que reinicien su actividad productiva están libres de conavi-19 cuando ingresen a sus centros laborales.
Y para más claridad y tono de advertencia, así lo dijo: “Solo así se podrá evitar una segunda oleada más profunda de contagios y propagación del coronavirus en el país.
“Necesitamos pruebas médicas para que los trabajadores que reingresen tengan seguridad de que no están contaminados o sean asintomáticos y así garantizar que el daño no se siga propagando”.