Las senadoras y los senadores panistas condenaron rotundamente lo que llaman descarada persecución política del presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno en contra de todo aquel que critique o no se doblegue a sus caprichos. “Esos tiempos que creíamos ya superados, regresan con mayor fuerza, acusaron”.
En un documento emitido el domingo pasado, los legisladores señalan que el presidente ataca, investiga y presiona a los opositores, a los periodistas incómodos, a los jueces o cualquier funcionario que no cede ante las presiones.
“Se ataca, además, a mujeres que exigen seguridad, padres de niños con cáncer que no tienen medicinas, trabajadores de la salud sin acceso a vacunas, a activistas y ecologistas que denuncian los daños al medio ambiente por la construcción del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, así como a todos aquellos sectores que exhiben la falta de resultados y corrupción en el Gobierno, sostuvieron.
Acusaron que la persecución política es una característica de los regímenes totalitarios y lamentaron que es lo que se está viviendo día con día en nuestro país.
“Las constantes presiones, amenazas e investigaciones selectivas son una muestra de hipocresía, pero sobre todo de corrupción”, afirmaron, al tiempo que sostuvieron que desde el Gobierno se calumnia y difama con absoluta ligereza, se juzga sin pruebas ni sustento, “pero son ciegos, sordos y mudos ante los evidentes y muy graves delitos cometidos por los morenistas”.
La bancada panista en el Senado subrayó que no hay calidad moral en este Gobierno, y no la habrá nunca porque protegen a personajes con contundentes y probados señalamientos de corrupción.
Señalaron que México no puede ni debe convertirse en una dictadura, por lo que su grupo parlamentario continuará defendiendo las garantías, derechos y libertades de las y los mexicanos.
“Lucharemos por la democracia, por nuestras instituciones y por el Estado de Derecho”, concluyeron.