Molesto por las pruebas que le estaban presentando sobre la brutal corrupción en la construcción de la línea 12 del Metro, el presidente Andrés Manuel López Obrador tronó con dureza contra los medios de información y los llama vendidos, alquilados y más “lindezas”.
Fue la segunda mañanera en que le presentan documentación históricamente comprometedora para su partido Morena en ese escándalo y se dedicó a intentar desviar la atención del asunto.
Textualmente dijo:
“Por eso muchos se confundieron, se utilizó mucho lo del accidente lamentable, la desgracia del tren de Tláhuac, del Metro de Tláhuac, porque nuestros adversarios no tienen escrúpulos de ninguna índole, para ellos el fin justifica los medios, ellos querían derrotarnos, que no alcanzáramos la mayoría en la Cámara de Diputados y se lanzaron con todo, nada más que no pudieron.
“Sin embargo, la campaña fue incesante, profunda, perversa, en todos los medios de información, con honrosas excepciones; y en redes sociales, y con llamadas telefónicas, y todavía sigue. Es una prensa vendida, alquilada, una prensa corrupta la que se tiene en el país desgraciadamente, con honrosas excepciones. Nunca se había atacado tanto a un gobierno como ahora.
“¿Cuándo habían visto al Universal como ahora?, ¿al Reforma como ahora?
“Nunca.
“Las estaciones de radio, es un bombardeo constante de mentiras, de calumnias. Nada más para que los que estén viendo lo constaten, fíjense, hoy, las primeras columnas, la noticia principal en El Universal es de que jóvenes que están trabajando conmigo, que los estamos formando, están ya siendo promovidos y ocupan cargos, jóvenes preparados, honestos; pues no les gusta, lo ven mal.
“¿Qué quieren?, ¿que continúen los mismos funcionarios corruptos en el gobierno?
“No, tenemos que renovar la administración pública; si no, podemos retroceder, si no formamos cuadros nuevos, jóvenes para el relevo generacional. Pero no, les molesta, no quieren que hagamos ningún cambio”.